El presidente del tribunal del caso del «procés», Manuel Marchena, ha informado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que el Supremo prevé comenzar el juicio contra los 12 líderes independentistas «en fechas próximas» al 5 de febrero de cara a activar el traslado de los acusados presos.
Marchena ha dirigido un nuevo oficio al titular de Interior con el objetivo de que se pongan en marcha los trámites para el traslado a Madrid de los nueve acusados que se encuentran en prisiones catalanas y garantizar así su presencia en la vista, según han informado fuentes del Supremo.
Ya lo hizo hace unas semanas, cuando el presidente de la Sala de lo Penal del alto tribunal mandó un primer oficio a Marlaska para que realizase las gestiones oportunas para activar el traslado de forma que pudiesen estar a disposición del tribunal la última semana de enero.
Sin embargo, ésta es la primera vez que el magistrado indica una fecha concreta en la que podría dar comienzo el juicio, aunque no descarta que pueda ser en días próximos a la misma. En cualquier caso, todo apunta a que el juicio se celebrará esa semana.
Y en el caso de que se produjese algún retraso derivado de la práctica de diligencias indispensables para el desarrollo del juicio, Marchena indica al titular de Interior que será advertido de forma oportuna para asegurar que los presos sean trasladados a cárceles de Madrid con la antelación necesaria.
La solicitud de Marchena afecta a nueve de los doce acusados en el Supremo por el «procés», que se encuentran en prisiones catalanas, a donde fueron trasladados desde varios centros penitenciarios de Madrid el pasado julio.
El exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras, el exlíder de ANC Jordi Sànchez; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; y los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn se encuentran actualmente en la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona).
Por su parte, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell está en Mas d'Enric (Tarragona) y la exconseller Dolors Bassa en Puig de les Basses, en Figueres (Girona).