La Asamblea Nacional Catalana (ANC), los Comités de Defensa de la República (CDR) y la CUP se han adherido a una propuesta de ocupación de la plaza Sant Jaume de Barcelona desde esta noche para evitar que entren en ella agentes de la policía que se manifestarán mañana convocados por Jusapol.
En una rueda de prensa de la organización juvenil Arran a la que se han sumado otras organizaciones, los representantes de la ANC, CDR y la CUP han expresado su rechazo a la posibilidad de que policías que el 1 de octubre de 2017 participaron en la «represión» a ciudadanos catalanes que querían votar quieran celebrar su actuación, algo que todas las entidades han considerado como «una provocación».
Arran, que tiene previsto sumarse esta noche a una acampada independentista que vuelve a haber en la plaza y ha vuelto a reclamar la dimisión del conseller Interior, Miquel Buch, ha anunciado que ha organizado para mañana un «holi festival» en este mismo lugar para expresar su condena «al fascismo» de una forma lúdica.
La ocupación de la plaza Sant Jaume contará con el apoyo de Bombers per la República y también de la plataforma Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR), cuya portavoz, Marina Morante, ha afirmado que la convocatoria policial «es una manifestación fascista» porque entre las organizaciones adheridas que también la convocan «figuran grupos de extrema derecha y neonazis, como PxC o Vox».
Desde los CDR, una portavoz ha advertido de que «si desean homenajear en la plaza Sant Jaume a los policías que utilizaron la violencia y que provocaron más de un millar de heridos, tendrán que hacerlo por encima de nuestros cuerpos, porque no pensamos irnos de aquí».
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha expresado su apoyo a la Acampada per la Llibertat y se ha preguntado «qué nivel de indignidad estamos dispuestos a soportar».
Según Paluzie, «hay que preservar la dignidad de esta plaza puesto que en ella figuran dos de las instituciones más importantes de nuestro país, y no hay que consentir la apología de la violencia de Estado».
Desde la CUP, el diputado Carles Riera ha afirmado su deseo de «entrar en un ciclo de movilización permanente y continuada» y de «desobediencia civil no violenta masiva» porque su formación sigue estando convencida de que «solo con desobediencia conseguiremos la independencia».
«Es esencial que el pueblo catalán se movilice para hacer efectivo el referéndum del 1 de octubre», ha añadido Riera, que ha considerado que «hoy en día los partidos y las instituciones catalanas son un freno a las aspiraciones de la ciudadanía catalana» por lo que «hace falta un desbordamiento popular».