El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que el traslado de políticos catalanes procesados a cárceles de esta comunidad autónoma es «simplemente cumplir» la legislación penitenciaria, pero que no tendrá «ninguna consecuencia más allá de esa» ni ninguna «implicación política».
Sánchez se ha expresado así en rueda de prensa en Lisboa, preguntado sobre si espera algún gesto del presidente catalán, Quim Torra, en respuesta a esta decisión, y si teme que los presos reciban algún trato de favor por parte de las autoridades penitenciarias catalanas, que tienen la competencia transferida.
Después de que Instituciones Penitenciarias haya anunciado este lunes el traslado inminente de los primeros seis presos, Sánchez lo ha justificado afirmando que su Gobierno ha sido «muy transparente desde el primer momento», diciendo que una vez «sustanciada» la fase de instrucción de los delitos que se les imputan «se tiene que aplicar la legislación penitenciaria». Y esta, ha remarcado, señala que los presos deben estar «cerca de donde se cuenta con arraigo social, de sus familias y de sus abogados para poder plantear sus defensas».
«Simplemente cumplimos la legislación penitenciaria y no hay ninguna consecuencia más allá de esa», ha insistido Sánchez. El anuncio del traslado se produce una semana antes de que el jefe del Ejecutivo reciba en la Moncloa a Quim Torra, pero el Gobierno siempre ha desvinculado ambos asuntos alegando que siguen cauces distintos.
El presidente del Gobierno, que ha comparecido junto al portugués Antonio Costa en el marco de una reunión bilateral entre ambos, ha dejado sin responder una pregunta sobre si es posible que el expresidente catalán Carles Puigdemont pueda disfrutar de un servicio de escolta mientras está en el extranjero huido de la justicia.