ERC ha decidido proponer a Roger Torrent, portavoz adjunto de Junts pel Sí en la última legislatura, como candidato a la presidencia del Parlament, para ser elegido en la sesión constitutiva de mañana, en la que las fuerzas independentistas esperan hacer valer su renovada mayoría absoluta.
La comisión permanente de ERC y su nuevo grupo parlamentario han ratificado esta tarde la propuesta de elegir mañana a Roger Torrent (Sarrià de Ter, Girona, 1979), licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona, máster en estudios territoriales y urbanísticos y diputado del Parlament desde 2012, además de alcalde de su pueblo natal desde 2007.
«Si obtengo la confianza mayoritaria de la cámara, será un honor suceder en el cargo a Carme Forcadell, que ha defendido como nadie esta institución, y trabajaré para estar a su altura», ha afirmado Torrent en un comunicado de ERC.
Su primer objetivo, ha dicho, será «volver a poner la institución al servicio de la ciudadanía y no de las fuerzas del 155, y materializar el mandato democrático surgido de las urnas el pasado 21 de diciembre».
Después de que Forcadell anunciara la semana pasada su renuncia a repetir en el cargo, Torrent le dedicó elogios desde Twitter: «Convicción, determinación, firmeza y, sobre todo, sentido del deber de defensa de la institución y el parlamentarismo. Proteger el debate y la palabra. Infinitas gracias por tu tarea, Carme Forcadell. Contamos con tu trabajo en el Parlament».
Además de Torrent, que podría convertirse en el presidente del Parlament más joven de la historia, ERC también propondrá a Alba Vergés para que forme parte de la nueva Mesa del Parlament, ocupando una de las cuatro secretarías.
La propuesta de ERC ya ha sido comunicada al resto de formaciones, a la espera de que mañana se celebre la sesión constitutiva del Parlament, en la que la mayoría absoluta de 70 diputados independentistas podría verse reducida circunstancialmente a 62 en el caso extremo de que los tres electos en prisión -Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn- y los cinco que permanecen en Bélgica -Carles Puigdemont, Clara Ponsatí, Lluís Puig, Antoni Comín y Meritxell Serret- no pudiesen delegar su voto.
La Mesa de Edad -formada casualmente por tres diputados de ERC: el más veterano, Ernest Maragall, y los dos más jóvenes, Gerard Gómez del Moral y Rut Ribas- tendrá la responsabilidad de decidir si acepta o no las peticiones de delegación de voto que puedan hacerles llegar desde JxCat y ERC para que sus ocho diputados electos en prisión o en Bélgica no se queden sin poder votar.
Aun en el supuesto de que los ocho diputados electos ausentes no pudiesen delegar su voto, no parece que las fuerzas independentistas vean peligrar la presidencia del Parlament, a menos que se produjera una inesperada triangulación en la que los comunes presentaran a un candidato y los partidos constitucionalistas lo apoyaran en bloque.