Frente al balance positivo del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, la oposición ha coincidido en resaltar las carencias del Ejecutivo del PP, al que el PSOE culpa de que 2017 sea el año de la fractura territorial y social, Podemos de situarse «fuera de la ley», y Ciudadanos de impedir reformas con su «inmovilismo».
La situación política en Cataluña ha copado el mayor protagonismo en el balance que han hecho los principales partidos políticos de 2017.
El secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, ha sido el encargado de ofrecer en Ferraz la evaluación que el PSOE hace de 2017, en una comparecencia en la que ha criticado el panorama que dejan seis años de Gobierno de Mariano Rajoy.
Ábalos ha destacado el aumento de la desigualdad, la precariedad y la pobreza, y cuatro «grandes fracasos» de Rajoy: la lucha contra la corrupción, su modelo económico, el incumplimiento de su pacto con Ciudadanos (Cs) y su incapacidad para llegar a acuerdos con otros partidos.
Para los socialistas, el Ejecutivo del PP tiene aún el «síndrome del gobierno en funciones» y ha demostrado que es «incapaz de gobernar sin el apoyo de una mayoría absoluta», porque «solo saben gobernar imponiendo y ahora que no tienen esa mayoría no saben ni qué hacer».
CS ha sido el único partido en el que ha hecho balance su máximo dirigente, Albert Rivera, quien ha aprovechado en el Congreso para presentar a la formación naranja como garante de las reformas que necesita la sociedad frente al «inmovilismo» del PP y las «ocurrencias» del PSOE.
Rivera ha considerado el «desafío separatista catalán» como el mayor «reto» que tiene ante sí la sociedad española y ante el cual entiende que Ciudadanos ha respondido adecuadamente, consiguiendo que por vez primera un partido constitucionalista supere en votos y escaños a las fuerzas independentistas en Cataluña.
Ha lamentado además que el «hundimiento» del bipartidismo (PP y PSOE), junto a la «maldita» Ley Electoral, sean los culpables de que la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no disponga de apoyos suficientes para intentar presidir la Generalitat.
Y ha hecho valer el avance de su partido para advertir por un lado que intentará evitar que personas imputadas presidan el Govern y el Parlament y, por otro, que, si el PP no cumple el preacuerdo presupuestario alcanzado con Cs, no apoyarán los Presupuestos Generales del Estado para 2018.
El balance de Podemos le ha correspondido al responsable de Sociedad Civil de la formación morada, Rafael Mayoral, quien ha resumido 2017 como «el año del Gobierno fuera de la ley», de «la trama», de la imputación del PP, «de la precariedad, la devaluación salarial», «la involución democrática» y «el 155 contra el autogobierno».
Un año en el que «Podemos se ha quedado sólo en la oposición», ha dicho, añadiendo sus criticas al resto de fuerzas del arco parlamentario e incluso a la monarquía.
«2017 es el año en el que la monarquía, como institución antidemocrática y machista, mostró su cara más autoritaria pidiendo mano dura en vez de diálogo», ha dicho Mayoral en alusión al discurso del rey Felipe VI tras la declaración ilegal de independencia de Cataluña.
Al PSOE le ha reprochado que haya pasado a formar parte del «bloque monárquico» y renunciado a hacer oposición al Gobierno; del PNV ha dicho que se ha entregado al PP, y a los nacionalistas catalanes les ha criticado por pensar que «podían independizarse de Rajoy».
Y sobre Cs, Mayoral ha asegurado que «2017 es el año en el que Aznar volvió a tener partido convirtiéndose en el padrino político de Albert Rivera por representar de forma consecuente los intereses del IBEX 35 y de los especuladores».