El candidato de Catalunya en Comú-Podem (CatECP), Xavier Domènech, ha dicho en un mitin en la localidad barcelonesa de Mataró que «votar a Miquel Iceta es votar a Inés Arrimadas».
En una Aliança de Mataró llena de seguidores, Domènech ha afirmado que la prueba de esta asimilación se ha producido hoy en un corrillo en el Congreso cuando Albert Rivera (Cs) ha dicho a Pedro Sánchez (PSOE): «Me debes una investidura».
Sánchez, ha comentado Domènech, no le ha dicho que no a Rivera, lo que «demuestra clarísimamente que este PSOE que, cuando pudo decidir, optó por Cs y no por nosotros, y que tiene la posibilidad de echar fuera al PP con una moción de censura y no lo hace, ese PSOE ha decidido que votar a Iceta es votar a Arrimadas».
El candidato de los comunes ha recordado que recientemente advirtió al número 1 de la lista del PSC, Miquel Iceta, de que acabaría en una «habitación del pánico», en la que se quedaría solo con Xavier García Albiol (PP) y Arrimadas y de la que no podrá salir.
«Curiosamente, Albiol ayer explicaba que 'nos encerraremos en una habitación los tres, cogeremos la llave y la tiraremos por la ventana', y yo le digo que la única llave de estas elecciones es la de Catalunya en Comú-Podem, que es la única garantía de la construcción de un gobierno de cambio, que no se producirá ni en habitaciones del pánico ni en corrillos del Congreso», ha dicho.
Para Domènech, la solución no es volver al bipartidismo, sino «construir consensos para transformar las realidades» y ha dicho que tras las «hojas de ruta» soberanistas «no hay nada».
El número 1 de la lista de CatECP ha criticado a ERC y PSC, «partidos que se dicen de izquierdas», por tener en sus listas a «los herederos de un partido histórico que se había dicho que había desaparecido, Unió Democràtica, pero que sigue vigente».
En las listas del PSC figura Ramon Espadaler como número 3, alguien que «ahora afirma que hará políticas contra el derecho a decidir de las mujeres y contra los derechos del colectivo LGTB».
Y en la candidatura de ERC figura, ha agregado, «la otra herencia de Unió, la neoliberal, con Antoni Castellà, que fue responsable de universidades en el primer gobierno de Artur Mas, y que «aprobó la subida más alta de las tasas universitarias de todo el Estado, un 67%, con lo que consiguió expulsar a los estudiantes de la universidad, y también decidió que 600 profesores irían a la calle».
Los comunes ven «necesario que a Cataluña se la reconozca como nación; que haya un blindaje efectivo de los derechos sociales para que nunca más a un Antoni Castellá se le ocurra expulsar a los jóvenes de la universidad».
A su juicio, «un país no se construye diciendo que eres de izquierdas y luego segregando por sexos como en las escuelas del Opus Dei».
El mitin ha concluido con un Domènech exhibiendo las llaves de su casa e invitando al auditorio a hacer lo mismo, un símbolo de que «el 21D el espacio de los comunes será clave y tendrá la llave».