El ex conseller de Empresa de Cataluña Santi Vila ha confirmado santi vila que no se presentará a las elecciones catalanas del 21 de diciembre y ha argumentado que no lo hará «por razones éticas», porque compañeros suyos en el anterior Govern de la Generalitat están en prisión.
Ha sido en el foro «Diálogos sobre Cataluña», organizado por el Club Siglo XXI, en el que han participado además el ex ministro Josep Piqué; la diputada del PSC Meritxell Batet; el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, y el catedrático Francesc de Carreras.
Un debate que ha derivado en un agrio enfrentamiento entre Vila y Girauta, que se han echado en cara parte de la responsabilidad de haber llegado a la situación actual.
Vila incluso ha culpado a Ciudadanos de haber contribuido a agravar el problema con su «nacionalismo» español y de haber acortado el margen de maniobra que el Gobierno de Mariano Rajoy podría haber tenido para encontrar una salida política a la crisis.
En cualquier caso, Vila ha señalado que él, «lamentablemente», no se presentará a las elecciones del 21D «por razones éticas», porque no es «capaz» de concurrir a unos comicios sabiendo que hay varios exconsellers en la cárcel.
A ellos se ha referido como exconsellers, igual que a Carles Puigdemont como expresidente; sobre su candidatura encabezando la lista del PDeCAT no ha querido pronunciarse.
Sí ha dicho que Puigdemont se encuentra en Bruselas en una situación «grotesca» y «traumática para todos», al tiempo que ha señalado que le cuesta imaginar que haya ningún demócrata en España que esté «satisfecho» de la situación actual.
También ha considerado que nadie en Cataluña «se podrá sentir orgulloso» de la última legislatura, que ha estado, ha subrayado, «absolutamente distorsionada por planteamientos de la extrema izquierda», en referencia a la CUP, sin que otros políticos, entre quienes se ha incluido, hayan sido capaces de evitarlo.
De hecho, su criterio es que el papel de fuerzas como la CUP «ha sido reprobable» y ha perjudicado «a todos», incluso en el Parlamento nacional.
Sea como sea, se ha mostrado optimista en cuanto a una posible salida futura de la crisis, cuando todo el mundo transite por el camino de la legalidad, y ha apostado por iniciar una dinámica de distensión, «de alto el fuego», que ponga fin a las emociones y «agresiones verbales» para ser capaces de «empatizar» con el otro.
Girauta ha reprochado a Vila que sólo abandonara «el último día» un Govern dispuesto a «saltarse la ley a la torera» y que estaba «engañando» a todo el mundo sobre la independencia y las bonanzas que conllevaría.
«Si has sido capaz de participar en eso y saltar el último día, entiendo tu habilidad, pero reconóceme que la gente que te rodeaba no estaba muy centradita», ha apostillado, y ha agregado: «Hay más catalanes que quieren seguir siendo españoles que catalanes que no no quieren serlo. A ver si os lo metéis en la cabeza».
Por su parte, el exministro del PP Josep Piqué ha calificado el actual Estatut -aprobado en el 2006- como un «bodrio político», ha señalado que el Tribunal Constitucional sólo «tumbó» 14 de sus más de 300 artículos y ha dudado de que haya muchos catalanes que puedan decir cuáles fueron anulados y en qué ha cambiado su vida cotidiana aquella decisión.
«Lo que habrán notado que es el origen de todo este lío», ha apostillado Piqué.
Meritxell Batet, mientras, ha defendido la «transversalidad» de las listas del PSC y ha asegurado que los socialistas no quieren «rupturas ni ahondar en las fracturas», sino poner nuevas bases para que esa división «se vaya difuminando».