El presidente Mariano Rajoy ha acudido este viernes al Senado para explicar la situación en Cataluña y que la Cámara Alta respalde la aplicación del artículo 155, tal y como solicitó el acuerdo del Consejo de Ministros extraordinario del pasado sábado, ya que, según ha afirmado, «en mi opinión no hay alternativa. Lo único que se puede y se debe es acudir a la ley para hacer cumplir la ley».
Al principio de su intervención, el líder del ejecutivo ha explicado a los senadores cuáles son los motivos que han llevado a su Gobierno a plantear estas medidas previstas en la Constitución, remarcando que lo vivido en los últimos días, y especialmente este pasado jueves, no ha cambiado sustancialmente las cosas y no «puede ser tomado en cuenta sin caer en la impiedad».
«En Cataluña se ha ignorado las leyes, desconocerlas, derogarlas, incumplirlas, cualquier término vale. Se reconoce además que es así. Se ha aprobado una nueva legalidad sin tener las competencias para hacerlo. Se ha privado a los miembros de la oposición de su derecho a ejercer como tales», ha dicho, recordando las sesiones del Parlament de los días 6 y 7 de septiembre, y «terminando con el control al Govern, algo que no se ha retomado. ¿Qué pensarían ustedes si algo así sucediera aquí o en el Congreso? ¿Cabe mayor ofensa a los derechos de los ciudadanos?», se ha preguntado.
Ha continuado haciendo hincapié en que «se ha ignorado al Tribunal Constitucional» que ha anulado las leyes del referéndum y de transitoriedad, y sin embargo «todo ha sido igual porque nada importa. Se hace la santa voluntad de los que suman una mayoría, se ha celebrado un referéndum ilegal sin ninguna garantía y luego se afirma que el pueblo de Cataluña ha decidido libremente la independencia».
A su entender, las decisiones «antidemocráticas» tomadas por los líderes independentistas son «contrarias a la ley y contrarias a los valores europeos y españoles, se ha pisoteado la ley y el respeto a las minorías», ha enfatizado.
Así, ante una «violación evidente de las leyes y por tanto de la democracia y de los derechos de todos», «todo esto tiene consecuencias. Cuando la ley se rompe se rompe la convivencia. Liquidar la ley fractura la sociedad, divide las familias, acaba las amistades de años, y tiene consecuencias económicas muy graves».
También ha criticado que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no acudiera a debatir su posición en el Senado cuando pudo hacerlo: «yo hubiera acudido aunque estuviera en inmensa minoría», ha asegurado, levantando una larga ovación de la bancada popular, la primera de varias en toda su intervención.
Tras desgranar los cuatro puntos que el Consejo de Ministros solicitó en aplicación del 155, Rajoy ha asegurado que «no se debe guiar a los ciudadanos a una Ítaca que no existe, no veo nada bueno en este proceso», más allá de que ha servido para «desenmascarar» a algunos, reiterando que la deriva secesionista acarrea consecuencias negativas como la salida de Europa.
Según el presidente Rajoy, la vía elegida del 155 para poner fin a la senda secesionista es un «mecanismo legal, democrático, aprobado por todos los españoles, similar al de países de nuestro entorno», y que como máxima persigue regresar a la legalidad ante un «desafío de dimensiones inéditas» que pone en peligro «una obra que hemos construido entre todos, porque juntos aprobamos la Constitución».
«No estamos ante una cuestión de partidos ni un problema exclusivamente catalán», ha expresado en la parte final de su intervención, argumentando que es «algo que nos compromete a todos, lo que debe reclamar nuestra atención es España entera, porque nos interpela de forma especial» sobre la cuestión de si deben existir «categorías» o diferencias entre unos ciudadanos y otros para poner fin a un conflicto y sosegar las aguas.
«La historia juzgará a los que somos responsables de elaborar una respuesta. Confío en que lejos de egoísmos de partido, cálculos electorales, ideologías o pequeñas mezquindades sepamos dar una respuesta que esté a la altura de todos los españoles», ha sentenciado el presidente Rajoy, generando la más destacada ovación, con todos los representantes de su partido en pie.