El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha instado este viernes a los independentistas catalanes a que no subestimen la fuerza de la democracia española y les ha advertido: «Nos van a obligar a lo que no queremos llegar».
Rajoy ha lanzado esta advertencia en su primer viaje a Cataluña desde que el Tribunal Constitucional suspendió la convocatoria del referéndum y después de que el Gobierno haya decidido en su reunión de este viernes intervenir las cuentas de la Generalitat asumiendo el pago de los servicios esenciales.
El jefe del Ejecutivo y líder del PP ha presidido una reunión de la Junta Directiva del PP catalán y ha afirmado que garantizará con «serenidad» pero también con «firmeza» que no habrá referéndum, que «ese disparate no se va aprobar» porque el Estado va a seguir actuando ante cada paso de los independentistas.
A ellos ha dirigido este mensaje: «Cuanto más tarde rectifiquen, más daño harán al conjunto de catalanes y españoles. No subestimen la fuerza de la democracia española. La democracia es muy fuerte. España es una gran nación. La ley no se puede liquidar así como así».
Y ha proseguido: «Están cometiendo ustedes un error y nos van a obligar a lo que no queremos llegar».
No ha precisado más sus palabras y si con ellas podría referirse a la aplicación del artículo 155 de la Constitución que supondría la suspensión de la autonomía catalana.
Como prueba de la actuación del Estado de derecho sí ha recordado que el Tribunal Constitucional ha anulado la convocatoria del referéndum y también la ley con la que se pretendía avalarlo así como la de transitoriedad.
Y ha citado igualmente las medidas adoptadas hoy por el Consejo de Ministros ante la negativa de la Generalitat a enviar semanalmente, tal y como se le ha requerido, un informe detallado de sus gastos para evitar que se destine dinero público a la organización del referéndum.
Así, Rajoy ha subrayado -como ha explicado tras la reunión del Consejo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro- que si en 48 horas no se cumpla la ley, a partir de ahora sus pagos los hará el Gobierno de España.
«El Estado seguirá actuando en defensa de los ciudadanos, de la ley, de las normas y de los servicios públicos porque es nuestra obligación. No hay ningún estado en el mundo que pueda aceptar una situación como la que se está planteado», ha recalcado.
En ese contexto ha enmarcado igualmente que la Guardia Civil, «en defensa de la ley y de la Constitución», haya requisado hoy más de 100.000 carteles de la Generalitat en el barrio barcelonés de Poblenou con propaganda del 1 de octubre, un anuncio que ha sido acogido con un prolongado aplauso de los dirigentes del PP catalán.
El presidente ha pedido tranquilidad ante la situación que se está viviendo y se ha dirigido a las personas que puedan estar pasando momentos difíciles por sentirse amenazadas, como los alcaldes, concejales, periodistas, funcionarios públicos, miembros de las fuerzas de seguridad y de los partidos de la oposición.
«Estamos con vosotros. Somos muchos, somos la mayoría y esta es una democracia fuerte que no va a aceptar desafíos como el que tenemos encima de la mesa», ha trasladado a todos ellos después de hacer un llamamiento: «Nadie debe arrugarse en los próximos días».
El jefe del Gobierno, en su explicación de lo ocurrido en Cataluña en los últimos años, ha contrapuesto la actitud de la Generalitat atendiendo a sus pretensiones, con la del Ejecutivo central interesándose por los problemas reales de los catalanes.
Y ha vuelto a subrayar que él siempre ha defendido el diálogo pero el Gobierno de la Generalitat sólo quería dialogar si se aceptaba el referéndum y ha ido dando pasos hacia «ninguna parte» y «superando todo lo imaginable».
Se ha detenido en criticar las sesiones vividas en el Parlamento catalán la pasada semana, donde cree que se cometieron «tropelías» y «un atentado a las normas democráticas».
Frente a ello, ha elogiado la unidad de los partidos de la oposición y ha agradecido al PSOE y Ciudadanos que estén junto al PP en defensa de la nación española y de los derechos de todos.
A la reunión de Barcelona han asistido también,entre otros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat; el líder del PP catalán, Xavier García Albiol; y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.
Cospedal y Albiol han tomado la palabra, y mientras la primera ha advertido de que «quien se enfrenta al Estado de derecho, a la ley y a la democracia, nunca gana», el máximo responsable de los populares catalanes ha avisado: «Quien apuesta contra España, acaba perdiendo la partida».