El número de personas inactivas, es decir, que no trabaja ni busca empleo, ha aumentado en el último año en casi 300.000, hasta rozar los 16 millones y marcando un máximo histórico para un segundo trimestre.
Los últimos datos relativos al segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA) detallan que son 15.901.500 las personas inactivas en España, una cifra que, si bien ha disminuido en 13.200 respecto al trimestre anterior, se ha incrementado en casi 300.000 en el último año.
De esta forma, el número de inactivos se sitúa muy cerca de los 16 millones de personas al alcanzar la segunda mayor cifra registrada en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), por detrás de los 15.914.700 del primer trimestre del año.
En la comparativa interanual, más correcta al tratarse de periodos comparables, se refleja un incremento del 1,74 % del número de inactivos en el segundo trimestre, el mayor desde el año 1984.
La mayor parte de los inactivos son mujeres (9,2 millones), aunque su número se ha incrementado en 100.000 personas, siendo los hombres, con un total de 6,6 millones, los que más inactivos ha sumado en el último año, casi 200.000 más.
El número de inactivos se ha incrementado en el último año en todos los tramos de edad, menos entre los de 25 a 29 años, 40 a 44 años y 55 a 59 años.
No obstante, los mayores incrementos los han experimentado los mayores de 65 años, que han sumado 140.000 inactivos desde junio de 2016, lo que responde a las personas que dejan de trabajar al jubilarse.
Así, atendiendo a la clase de la inactividad, en el último año se han incorporado 153.500 personas por jubilación o prejubilación, a las que habría que añadir 65.000 más por incapacidad permanente.
También se ha incrementado en 22.100 el número de inactivos por motivos de estudios, y es que entre la población de 16 a 24 años han pasado a la inactividad más de 30.000 personas en el último año.
Además del incremento de los incapacitados y jubilados, destaca el aumento del número de inactivos que se dedican al cuidado de niños, adultos enfermos, incapacitados y mayores, con 97.800 más en el último año.
No obstante, aunque el número de inactivos que habían tirado la toalla y ni siquiera buscaban un empleo se ha reducido en 56.000 personas en el último año, estos desanimados superan aún las 300.000 personas y la mitad de ellos son mayores de 55 años.
En el primer trimestre del año había más de 10,2 millones de inactivos que perdieron su empleo hace más de un año y su número ha crecido en casi 200.000 personas desde junio de 2016.
La mayor parte de los inactivos no ha concluido la educación secundaria (más de 11 millones de personas), si bien destacan los más de 2 millones de personas que tiene estudios superiores y no trabaja ni busca empleo.
En su último informe de coyuntura laboral, CCOO destacaba precisamente que «el descenso del paro es mayor que la creación de empleo», debido a que hay «otros factores» que explican la reducción del desempleo.
El sindicato apunta que la población se está reduciendo por el envejecimiento y la emigración, lo que influye positivamente en las estadísticas laborales, al tiempo que aumenta la población activa, «primero por el aumento de las personas desanimadas» y después, por las jubilaciones y otros factores.
De la misma manera, UGT constata que la población activa mantiene «un progresivo descenso, ligado en parte a los procesos de emigración y al efecto desánimo entre el colectivo de desempleo de larga duración».