Kontxi Ibarreta, madre de la presa de ETA Sara Majarenas, ha advertido de que la vida de su nieta Izar «está en peligro» y ha pedido la colaboración de las instituciones vascas para que la niña «pueda estar en casa, acompañada por supuesto de su madre».
Kontxi Ibarreta ha hecho estas declaraciones minutos antes de reunirse con la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, con la intención de entregarle un informe en el que se recoge la situación de Majarenas y de su hija.
Majarenas recibió a comienzos de este mes el segundo grado penitenciario para que viva en el centro de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, dependiente de la cárcel de Aranjuez (Madrid), y cuide de la niña de tres años, que fue acuchillada por su padre en enero de este año.
El juez central de Vigilancia Penitenciarias de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, estableció el pasado viernes que esta presa de ETA saliese a pasear por la tarde con su niña y dictaminó que se debía elaborar un horario de visitas que respete «las necesidades vitales que todo niño necesita» y tenga en cuenta los horarios de comida, siesta y merienda.
La madre de Majarenas ha asegurado que «a día de hoy» esta resolución judicial no se ha cumplido y para poder salir de casa la pequeña debe hacerlo con sus abuelos.
Ha lamentado que la situación es «insostenible» porque «van concediendo cosas» a su hija «que luego no se cumplen», por lo que ha señalado que la familia se siente «totalmente desprotegida por la ley y por la justicia».
«La situación de Izar es de auténtica inseguridad; su salud está en peligro. Para que la niña mejore tiene que estar en casa, acompañada de su madre», ha reclamado la abuela, quien ha insistido en que, además de estar «las 24 horas con su madre», la niña debe crecer en un «ambiente familiar, de escuela y de barrio».