La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha evitado este lunes avanzar si se va a presentar a las primarias para optar a la secretaría general del PSOE, y ha recurrido al refrán «Vísteme despacio que tengo prisa» antes de reiterar que estará donde sus compañeros crean que es «útil».
«Cuando llegue el momento, estaré donde mis compañeros quieran que esté, en estos momentos tengo que mantener el respeto y no toca», ha dicho la también secretaria del PSOE andaluz en una entrevista en Telecinco, en la que ha tildado de «clasista» que se pueda rechazar que su partido pudiera ser dirigido por un andaluz.
«Cualquier socialista de España tiene las mismas posibilidades y me parece clasista que quieran mirar al socialismo del sur como si fuera de peor calidad», ha dicho al ser preguntada si es consciente de que en algunos sectores «de Madrid para arriba» provoca rechazo que alguien de Andalucía dirija el partido.
Interpelada, por otra parte, sobre las relaciones entre el PSOE y el PSC y la reunión entre el presidente de la gestora, Javier Fernández, y el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, se ha mostrado convencida de que se encontrará una «salida razonable», pero ha subrayado que para seguir «caminado juntos» hay que «revisar» las actuales «asimetrías».
«Yo quiero que sigamos caminando juntos, pero es evidente que cuando se producen situaciones anómalas o asimetrías, como las de los últimos tiempos, hay que corregirlas», ha señalado Díaz, que ha agregado que «lo que no puede ser es que el PSOE se entere por la prensa del derecho a decidir o de que se estaba negociando un gobierno con Esquerra», porque «eso no es lealtad».
«O que se venga a un Comité Federal, se vote una cosa y como el resultado no me gusta, no lo acato», ha proseguido la presidenta andaluza, que ha insistido en que para «reforzar la política y seguir caminando juntos» hay que «abrir un diálogo para revisar esa asimetría política».
Ha rechazado que sienta «animadversión» hacia el socialismo catalán y ha recordado que en su momento ella respaldó como candidata a la secretaría general del PSOE a Carme Chacón, por lo que «nadie puede tener ningún recelo» aunque en el PSOE y el PSC todos los militantes tienen que tener los mismos derechos y obligaciones», ha insistido.