El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha recuperado el discurso del miedo cuando ha recordado este jueves que «los más desgarradores» conflictos que han tenido lugar en el siglo XX y XXI «han tenido su origen o se han agravado» por la violación del principio de integridad territorial de los Estados.
En una clara referencia al desafío soberanista abierto en Catalunya por los partidos independentistas, Rajoy ha advertido de que «quienes desprecian o ignoran las normas que rigen los Estados de Derecho violan también la carta fundacional de Naciones Unidas».
Así lo ha afirmado en su discurso en el Palacio Real durante el acto de conmemoración de la entrada de España en la ONU hace 60 años, y en presencia de los Reyes, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, ministros y embajadores, entre otras autoridades.
El jefe del Ejecutivo ha comenzado su intervención hablando de los valores, propósitos y principios que rigen la pertenencia a Naciones Unidas, pero se ha detenido en el que establece el respeto a la integridad territorial de los Estados miembros, algo sobre lo que la carta fundacional de la ONU es «muy clara».
«Puede abandonar toda esperanza»
Así pues, ha afirmado que «quienes no respeten la Constitución, atentan también contra los fundamentos legales de la comunidad internacional», al tiempo que ha insistido en que «quienes violen el principio de integridad territorial de los Estados no pueden aspirar a ser aceptados ni admitidos en la comunidad internacional, que no les acogerá en su seno». «Quienes así lo pretendan en sus ensoñaciones pueden abandonar toda esperanza», ha apuntado.
Rajoy ha señalado que en los 60 años que han pasado desde su entrada en la ONU, España se ha convertido en «una nación firmemente comprometida» así como «un país de referencia» en la defensa de los principios que rigen las Naciones Unidas, entre ellos la citada integridad territorial. «Lo contrario es ir contra la razón, el sentido de la historia y la carta fundacional de la ONU», ha añadido.
El acto de conmemoración del 70 aniversario de la carta fundacional y del 60 aniversario de la entrada de España en la organización, celebrado en el Palacio Real ante numerosas autoridades, se ha convertido en una defensa de la unidad de España ante el desafío soberanista de Cataluña.
Ban Ki Moon quiere una España unida
También se ha referido a esta unidad el secretario general de Naciones Unidas, quien ha manifestado que espera que «España, unida en su diversidad», continúe trabajando con la ONU y siga ejerciendo el «liderazgo» que ha demostrado en seis décadas de pertenencia a la organización.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que «a ningún Estado de la ONU le interesa que la voz de España se debilite». «Las Naciones Unidas necesitan hoy más que nunca una España próspera, fuerte y unida en aras de construir un mundo mejor», ha remarcado.
Como Rajoy, ha defendido la «primacía de la ley» y el «respeto a la soberanía e integridad territorial de los Estados». «Quienes pretenden imponer una uniformidad étnica, religiosa o lingüística por encima de la pluralidad de los Estados va en el sentido contrario de la historia y la historia ni les comprenderá ni les absolverá», ha advertido, tras lo cual ha criticado a los que tienen «voluntad de romper con modelos de convivencia democráticos».
Además, ha aseverado que «la comunidad internacional se ha pronunciado clara y expresamente en contra del reconocimiento de esas supuestas realidades identitarias que hoy sólo habitan en los limbos jurídicos y políticos».
Saludo entre Rajoy y Aznar
A este acto de conmemoración, que ha tenido lugar en el Salón de Columnas del Palacio Real, han asistido dos centenares de invitados, entre ellos numerosas personalidades de la política española. Además de varios miembros del Gobierno, en las primera fila se han sentado los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque Felipe González también estaba invitado, finalmente no ha asistido.
Rajoy, que estaba sentado junto a los presidentes del Congreso y del Senado, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, se ha levantado para estrechar la mano de Aznar en un gesto muy breve y algo frío entre ambos.
Pero en el Salón de Columnas, que suele acoger los actos más importantes que se celebran en el Palacio Real -allí es donde el Rey Juan Carlos firmó su abdicación-, también se ha podido ver a muchos ministros de Exteriores de la democracia, diputados, senadores, los jefes de los Ejércitos de Tierra, del Aire y de la Armada, así como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, entre otros.