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El Rey recuerda el Holocausto y avisa que no se puede bajar la guardia

El rey Felipe VI, junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo (d), durante su intervención en el Senado en el acto de conmemoración del Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad, en el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, y con supervivientes de la masacre presentes en la Cámara alta. | Emilio Naranjo

| Madrid |

El Rey ha hecho este martes un llamamiento al conmemorar el Día de la Memoria del Holocausto para aprender «la lección de la Historia» y lograr que «jamás» algo así «pueda volver a suceder», sobre todo cuando el terrorismo yihadista y la guerra recuerdan que «la barbarie» puede surgir de la forma más inesperada.

Lo ha dicho en el Senado, donde don Felipe ha presidido por vez primera el homenaje oficial con el que en España se recuerda desde hace cuatro años el Holocausto, en el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, y con supervivientes de la masacre presentes en la Cámara alta.

«Todos ellos iluminan la solemnidad de este acto. Su presencia nos honra, su experiencia nos conmueve, y su voz nos alienta a repetir con ellos el afán único y la conclusión definitiva: que aprendamos la lección de la Historia para que jamás, ¡jamás!, algo así pueda volver a suceder», ha proclamado Felipe VI.

En el antiguo Salón de Plenos del Senado, al que han acudido tres ministros, representantes de asociaciones republicanas españolas y de las comunidades judía y gitana, políticos y embajadores, el Monarca ha evocado los atentados yihadistas de París, con cuatro judíos asesinados en un supermercado y otras doce personas muertas en el ataque a la revista Charlie Hebdo.

Aquellos acontecimientos, ha remarcado don Felipe, «nos recuerdan que la barbarie puede surgir en el momento y la forma más inesperada, y que ninguna sociedad está definitivamente protegida frente a la sinrazón».

Sus palabras han cerrado un acto en el que han intervenido el presidente del Senado, Pío García-Escudero, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, y el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez.

Durante la ceremonia se han encendido seis velas en memoria de las más de seis millones de personas, en su mayoría judías, asesinadas por los nazis, se han escuchado varias piezas musicales y un rabino ha pronunciado una plegaria.

Además de Margallo, estaban presentes el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, así como el jefe de la oposición, Pedro Sánchez, junto a numerosos diputados y senadores.

Felipe VI ha enfatizado que el Holocausto «representa una derrota sin paliativos a manos de la maldad, el embrutecimiento y la ignorancia», con unos «terribles crímenes» que mataron a millones de seres humanos junto a cuyas cenizas «quedaron maltrechas la dignidad y la esperanza».

Ahora, ha proseguido, los representantes de las víctimas y las autoridades tienen ante sí una «tarea inexcusable», la de «investigar, educar, prevenir y extender los valores democráticos como garantía de respeto y de convivencia».

Se ha referido a los exiliados republicanos confinados en Mathausen y a los miles de sefardíes aniquilados en los campos: «Ambos, sefardíes y españoles, exiliados en aquella hora histórica, son hermanos de patria y desdicha que sufrieron las aristas de un tiempo abominable».

No ha olvidado el Rey a los «héroes» españoles que ayudaron a las víctimas en aquel tiempo «y decidieron no pasar de largo frente al sufrimiento humano».

La idea lanzada por el jefe del Estado sobre la necesidad de prevenir y educar para evitar que la tragedia se repita ha planeado sobre la solemne ceremonia del Senado.

«No hemos olvidado, no olvidamos, no olvidaremos», ha resumido el ministro García-Margallo, quien ha hecho hincapié en el «alarmante» aumento del antisemitismo y se ha comprometido a trabajar para evitar que la crisis en Oriente Medio sirva de coartada para justificar cualquier rebrote.

Como representante de las víctimas, Isaac Querub, tras un estremecedor relato sobre el exterminio, ha dicho que «la incitación al odio prende fácilmente a través de los discursos demagógicos y el populismo».

Ha considerado una «irresponsabilidad» la «propaganda de corte racista, excluyente y antisemita de partidos europeos y extremistas o la acción del islam radical» y ha incidido en que en Europa «los viejos fantasmas reaparecen de nuevo y amenazan con volver a ocupar el espacio propicio para que la historia repita sus errores y sus horrores».

En nombre de los gitanos, Juan de Dios Ramírez, en una emocionada intervención, ha dicho que la sociedad actual no está inmunizada y ha advertido de que la extrema derecha nazi y racista está representada en Europa por casi un centenar de parlamentarios.

«¿Qué está pasando en el mundo? «¿Es que los hombres y las mujeres tenemos tanta capacidad para olvidar algo tan reciente?», se ha preguntado, insistiendo en la necesidad de estar «vigilantes».

Pío García-Escudero también ha advertido de que las semillas del mal del nazismo aún siguen «activas y amenazadoras» y ha recalcado que «ninguna utopía, ningún principio vale más que la vida, la libertad y la dignidad de los seres humanos».

En los escaños del antiguo salón de plenos, ante seis velas dispuestas en el centro sobre una mesa cubierta por una tela con la estrella de David, se han sentado hoy quienes querían recordar el Holocausto y también quienes lo sufrieron directamente, como Janina Reklatis y Jorge Kleinman, dos supervivientes procedentes de Polonia que se han encargado de encender uno de los cirios del recuerdo.

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