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El juez impone fianzas de 16 millones a Blesa y de 3 a Rato por las tarjetas opacas

Protestas de ciudadanos frente a los juzgados donde han acudido a declarar Miguel Blesa y Rodrigo Rato. | SUSANA VERA

| Madrid |

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha impuesto al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa una fianza de 16 millones y a su sucesor, Rodrigo Rato, de 3 millones, por los gastos cargados a la entidad a través de tarjetas opacas durante sus mandatos.

Ambos tienen hasta el próximo miércoles para evitar el embargo de bienes si prestan sus respectivas fianzas pecuniarias, que engloban la garantía para cubrir posibles responsabilidades civiles y las multas que se les pueda fijar si se les culpa de un sistema con el que la antigua cúpula de Caja Madrid gastó 15,25 millones entre 1999 y 2012.

Blesa ha defendido en su declaración ante el juez que se trataba de un sistema retributivo que se implantó desde 1988, antes de su llegada a la entidad, mientras que Rato ha trasladado además que estaba sujeto a retención fiscal y formaba parte de su sueldo.

Por eso los dos banqueros, al igual que el ex director general de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, principal beneficiario de estas tarjetas y quien también declaró este jueves como imputado, han coincidido en que no podía considerarse un sistema opaco.

La principal diferencia entre sus declaraciones, según distintas fuentes jurídicas consultadas por Efe, es que tanto Blesa como Sánchez Barcoj, considerado su lugarteniente, interpretaban las tarjetas como un complemento retributivo, mientras que Rato entendía que formaba parte del global, es decir, no era un plus.

Hacienda

Aún así, como supuestamente Caja Madrid no aplicó las retenciones oportunas, Blesa ha desvelado que ha regularizado su situación con Hacienda, mientras que Rato y Sánchez Barcoj han devuelto o consignado las cantidades gastadas con sus tarjetas.

La Fiscalía Anticorrupción y el FROB, el fondo de rescate, han pedido al juez que la fianza fuera de algo más de 12,5 millones para Blesa, que estuvo al frente de Caja Madrid hasta enero de 2010, y de casi 2,5 millones para Rato.

A estas cantidades, el juez ha sumado el 25 % establecido en la ley y que da como resultado los 16 millones fijados para Blesa y los 3 de Rato.

Para Sánchez Barcoj, sin embargo, ni la Fiscalía pidió fianza ni el juez se la impuso, a pesar de que el informe de Bankia que destapó la existencia de las tarjetas opacas apuntaba directamente a él porque las visas dependían de su dirección.

El primero en llegar a la sede judicial, a eso de las 14.30 horas, fue Blesa, al que desde ya esperaba un centenar de personas que protestaban y quien pudo comprobar el amplio despliegue policial para la ocasión, si bien la ronda de declaraciones la abrió Sánchez Barcoj, que comenzó desmarcándose de la creación de las tarjetas.

Según la versión trasladada por fuentes presenciales de su declaración, el que fuera mano derecha de Blesa no ha sabido precisar la persona que ideó el sistema, porque ya existía desde antes de su llegada a Caja Madrid.

Blesa, sin embargo, ha insistido en que la decisión de crear las tarjetas para usos personales, al margen de las de representación, se tomó antes de su llegada a Caja Madrid; en una reunión del consejo de administración celebrada el 24 de mayo de 1988, cuando la entidad estaba presidida por Jaime Terceiro.

Esta afirmación hace suponer que el listado de beneficiarios de los plásticos es muy superior a los 86 que detectó Bankia, aunque la investigación del juez Andreu, instructor del «caso Bankia» y quien decidió abrir una pieza separada para este asunto, se limita al uso dado por esos exconsejeros y exdirectivos.

Los mismos que durante más de una década gastaron 3 millones de euros en restaurantes, 2 millones en disposiciones de efectivo, más de 1,5 millones en desplazamientos y viajes, más de 1 millón en grandes superficies, cerca de 800.000 euros en hoteles y unos 700.000 euros en ropa y complementos.

Un escándalo que se ha cobrado la dimisión de más de una docena de antiguos miembros de la cúpula de Caja Madrid de sus distintos puestos, la expulsión de afiliados del PSOE, y la apertura de un expediente por parte del PP que podría llegar a echar a Rato, quien en su día sonó como sucesor de José María Aznar.

Al margen del caso de las tarjetas, durante el interrogatorio de Rato, el fiscal Anticorrupción le ha preguntado por sorpresa por una transferencia de 6 millones que recibió por parte de Lazard, entidad que asesoró a Bankia en su salida a bolsa y a la que perteneció antes de entrar en Caja Madrid.

El ex director gerente del FMI ha explicado que correspondían al pago de unos derechos de opciones sobre acciones adquiridos en 2008 y que vencían en 2011.

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