El presidente de la federación gerundense del PSC, Joaquim Nadal, manifestó ayer su desacuerdo con el liderazgo actual del partido por considerar que «no se está haciendo lo que toca» desde las directrices.
El también exalcalde de la ciudad de Girona puso de relieve el malestar que sufre la federación de las comarcas de la provincia, en relación a la dimisión de diez miembros de la ejecutiva que tuvo lugar el martes.
Brecha
«Existe una brecha preocupante entre la cúpula del partido y otros sectores», afirmó el exconsejero de la Generalitat en TV3.
Nadal tomó la decisión de dar un paso atrás en su relación con el PSC para situarse en una posición de «prejubilado». Aunque asegura que seguirá con la militancia, Nadal considera que él debía asumir «un papel de árbitro» entre las filas socialistas y no ha logrado conseguir la concordia que pretendía. El exalcalde gerundense negó que exista una «maniobra de disidencia» organizada por los miembros de la ejecutiva en Girona, convino que los críticos del PSC deberían «unirse para formar una alternativa» y confirmó que a título personal se mantendrá activo políticamente, aunque sea «como ciudadano» militante.