El expresidente del Gobierno Felipe González, ha avisado este lunes de que «la independencia de Cataluña como objetivo es un imposible» y ha dejado clara también su discrepancia con el PSC, por abrir un «debate sobre el derecho a decidir sin definir qué quieren decidir».
González se ha expresado así en declaraciones a los medios tras participar como presentador del presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, en un desayuno informativo del Foro de la Nueva Sociedad en el que la situación de Cataluña ha sido uno de los temas abordados.
Además, ha asegurado que comparte con el PSOE la idea de que «la federalización» de España «no es sólo una buena idea, sino la única salida» a la situación actual de Cataluña y del desgaste del Estado autonómico.
Opinión de Corcuera
El expresidente ha dicho desconocer la posición del que fuera su ministro, José Luis Corcuera, que la semana pasada reprochó al PSOE no tener una idea clara de España y tildó el federalismo de «invento» para salir de un «atolladero» creado por otros, no por los socialistas.
«Me parece bien y respeto además la opinión de Corcuera», se ha limitado a decir González. No obstante, ha agregado que él tiene «una idea bastante clara» de España -"es más, he gobernado con esa idea clara 14 años», ha dicho- y cree que el PSOE actual también la tiene. Y en este punto ha expresado su discrepancia con el PSC desde el «respeto» a su primer secretario, Pere Navarro.
Durante su intervención, el expresidente ha advertido a los dirigentes catalanes de que, puesto que la independencia como objetivo es «imposible», «galopar hacia un imposible puede generar una fractura política y social que cueste 30 o 40 años soldar». El expresidente ha querido hacer su reflexión «con cariño y respeto», tras recordar que él ganaba en votos en Cataluña incluso cuando perdía en otros lugares.
Y ha añadido que si España tiene que dedicar ese tiempo a cerrar una herida con Cataluña perderá «de nuevo tiempo y energía» para recuperarse de la actual crisis económica y ha aprovechado para dejar claro que la recuperación costará «esfuerzo» y que debe hacerse teniendo en cuenta «el estado de ánimo de la gente».
«No creo que vayamos a asombrar al mundo»
En este punto, ha criticado -sin mencionarlo- el optimismo mostrado por ministros como Cristóbal Montoro: «No creo que vayamos a asombrar al mundo por la rapidez y la velocidad con que vayamos a estar en no se qué división. Me parece un gravísimo error, porque no tiene en cuenta el estado de ánimo de millones y millones de españoles».
González ha expresado su preocupación por la financierización de la economía española y europea, «un proceso antiguo pero que está en el origen de la actual crisis», y también por un modelo de globalización que redistribuyte desigualmente los ingresos y genera desigualdad cuando hay crecimiento económico.
También se ha mostrado preocupado por la combinación española de «peculiar demografía» y «perspectivas dramáticas de empleo» y ha advertido de que en pocos años estaremos discutiendo cómo «repartir el tiempo de trabajo disponible» para que puedan trabajar tanto los jóvenes como los mayores a los que se les retrasará la edad de jubilación.