Unas 150 personas han protagonizado la tarde de este viernes en un intento de 'eschache' a la vivienda particular del presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. La Policía ha impedido a los activistas antidesahucio llegar a la residencia familiar de Posada.
El acto fue convocado por la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) a las seis de la tarde en la confluencia de la calle Serrano con la calle Goya, dentro de la campaña de iniciativas para reclamar la dación en pago y el alquiler social.
En la zona, un dispositivo integrado por agentes de unos ocho furgones de la Policía Nacional, apoyados por efectivos de la Policía Municipal, vigilaba la concentración.
La marcha arrancó sobre las seis y cuarto de la tarde por la calle Goya, en pleno barrio de Salamanca, al grito de 'No se negocia la ILP' y a favor de la dación en pago y el alquiler social. Los organizadores del 'escrache' no habían desvelado todavía quién era el objetivo de su protesta.
No obstante, a la altura del número 27 de la calle de Lagasca, los activistas antidesahucio se han topado con un cordón policial que les impedía seguir avanzando. Cuando han tratado de dar marcha atrás para proseguir por otro itinerario, se han encontrado con otro cordón policial.
El doble cordón policial ha dejado a los cerca de 150 activistas antidesahucio 'encajonados' en esa zona. Un portavoz de la Plataforma Afectados por la Hipoteca ha informado entonces que el objetivo era llegar a la casa del presidente del Congreso.
Los participantes en la iniciativa han quedado confinados en ese punto de la calle Lagasta lanzando proclamas en favor de la Iniciativa Legislativa Popular que reclama la dación en pago y el alquiler social hasta que la Policía les ha permitido reanudar de nuevo la marcha en dirección a Goya.
FURGON POLICIAL CON LA PEGATINA DE 'SI SE PUEDE'
En ese momento, en el cruce de Lagasca con Goya, se ha registrado un momento de tensión entre los fotógrafos de prensa que cubrían el acto reivindicativo y los agentes de la Policía Nacional, con intercambio de palabras y algún pequeño empujón.
El origen ha sido la identificación de un reportero gráfico por parte de la Policía cuando éste hacía una fotografía a uno de los furgones policiales en el que los activistas antidesahucio habían pegado una pegatina verde con el famoso lema de 'Sí se puede'.
La Policía ha requerido también la documentación a al menos otros dos fotógrafos que cubrían la marcha tras intercambiar un intercambio de palabras con ellos. Asimismo, en esta zona los agentes han mostrado más contundencia requiriendo a los participantes que no invadieran la calzada, ya que se han registrado pequeños incidentes en el tráfico rodado por la presencia de los manifestantes.
Finalmente, pasadas las siete de la tarde, los integrantes de la marcha han vuelto a su punto de origen y un portavoz de la PAH ha dado por concluido el acto, no sin antes pedir a los asistentes que abandonaran la zona en grupo y preferiblemente en Metro para evitar las identificaciones.
Una treintena de personas ha permanecido en el lugar después de dar por finalizado el acto, aunque no se han registrado incidentes con la Policía, que paulatinamente se ha retirado de la zona.
«EXAGERADA CRIMINALIZACION» DE LOS 'ESCRACHES'
Entre los asistentes a la protesta se encontraba el escritor y periodista Isaac Rosa, que ha acudido para transmitir su «apoyo» a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca al ver «muy razonable» lo que reivindica y denunciar la «absurda y exagerada» criminalización que se hace de los 'escraches'.
Asimismo, ha indicado que este jueves asistió por primera vez a un 'escrache' en Chamartín, para comprobar en qué consistía y ha definido este tipo de acción como «un paseo pacífico donde se pegan pegatinas y se informa a la gente».
En su opinión, se ha llegado a esta situación por la «incapacidad de reacción política» ante un drama «horrible» como el de los desahucios y ha cargado contra quienes critican estas protestas pero a los que nunca se oye «lamentar ningún desahucio».
«La acción tiene un componente incómodo de molestia y si no no tendría la atención que tiene pero la plataforma ha recorrido ya todos los caminos posibles y no ha conseguido nada. Esto es el último recurso», ha explicado Isaac Rosa, quien ha considerado «una estrategia inteligente» llevar la protesta al ámbito del domicilio «porque sitúa el problema donde está realmente».
«Hay miles de domicilios que no son inviolables donde hemos visto a la Policía sacar a la gente a rastras y no es comparable con pegar pegatinas en una puerta», ha finalizado.