Nueva crisis en el seno del Consejo General del Poder Judicial. El vocal, José Manuel Benítez, ha presentado una denuncia a la Fiscalía General del Estado por un presunto delito de malversación de fondos públicos contra el Presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar. Sin embargo, el magistrado ha asegurado que asumió los gastos personales de sus viajes y que los realizados con cargo al presupuesto del Consejo están «perfectamente documentados y justificados», además de ser una cantidad de «miseria».
En la denuncia, Gómez Benítez acusa a Dívar de haber pagado con caudales públicos, por un valor de cerca de 6.000 euros, el importe de una habitación en un hotel de lujo en Marbella y varias cenas en esa misma localidad, durante seis fines de semana.
Además, Gómez Benítez ha asegurado que «desde hace tiempo» el presidente del Tribunal Supremo sabía que disponía de «esta información». «Tengo la obligación legal de presentarla ante la Fiscalía», ha recalcado en una entrevista a la Cadena Ser, recogida por Europa Press, en la que ha afirmado haber sufrido «reticencias» a la hora de reclamar los datos requeridos.
Fiscal general
En este sentido, el vocal ha señalado que ahora es el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el que tiene que determinar si estos gastos privados han sido pagados con dinero público. Además, ha trasladado a Torres-Dulce una nota de Dívar en la que «explicaba el motivo del viaje pero no los gastos».
Dívar se ha mostrado sorprendido por la denuncia presentada contra él y ha insistido en la «diferenciación» entre gastos personales y los realizados con cargo al presupuesto del Consejo, que están «perfectamente documentados y justificados». Así, en una nota hecha pública este miércoles, Dívar señala que todos sus gastos han sido «tramitados legalmente con la fiscalización de la interventora delegada de la Intervención General del Estado, una vez comprobada la corrección del gasto».
Además, ha asegurado que cuenta con «recibos» de todos los gastos realizados durante sus viajes y ha añadido que la cantidad «es una miseria».