El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, confirmó ayer que España participará en los ataques europeos contra bases piratas en Somalia, pero dejó claro que éstos se centrarán en la destrucción de estructuras en la costa y que se procurará evitar cualquier víctima.
Esa nueva dimensión de la misión antipiratería Atalanta recibió ayer el respaldo político de los titulares europeos de Defensa y será aprobada hoy por sus homólogos de Exteriores, una vez que Alemania levante una reserva que mantenía por motivos jurídicos.
Según destacó Morenés, esas acciones contra las instalaciones de los piratas en tierra se llevarán a cabo con «garantías de tipo operativo», que limitarán los ataques a «determinadas zonas de almacenamiento de parafernalia pirata con exclusión, por supuesto, de todo tipo de daño colateral a las personas».
Así, ningún pirata será objetivo de las fuerzas europeas, que se centrarán en destruir infraestructuras como los esquifes que se utilizan en los abordajes o el combustible que los criminales almacenan en las costas.
«La orden dada es evitar cualquier tipo de riesgo» de causar daños colaterales, subrayó Morenés, quien recordó que los «piratas son personas» y que la UE siempre actuará respetando «la legalidad internacional».