El expresidente del Gobierno José María Aznar aseguró ayer que ha llegado «el tiempo de Mariano Rajoy» y de su «revolución de la normalidad», porque sólo ése es el camino para librar a España del «meteorito» de un PSOE que deja el país «más empobrecido, más debilitado y más entrampado». El ex presidente pidió una amplia mayoría para que Rajoy ponga en marcha su plan reformista.
El líder de los populares es el protagonista de la Convención programática que tendrá lugar en Málaga hasta mañana, pues nadie en el PP duda de que será el próximo presidente del Gobierno y ayer, incluso, ha recibido más vítores y aplausos que su antecesor. Pero él, antes del comienzo oficial de este foro, trasladó a los ciudadanos un mensaje de prudencia y dijo que «la situación en España no está bien», que «no hay varitas mágicas» para reparar los daños de la crisis económica y que las soluciones no llegarán «en un día, una semana o un mes».
Plato fuerte
Con Aznar llegó el plato fuerte, y expresó su total apoyo a Rajoy. Dijo de él que es un mandatario al que caracteriza «la serenidad, la seriedad, la experiencia y el buen sentido», unos «sólidos avales», añadió, para recuperar la confianza y comenzar la vía de salida de la crisis. A su juicio, «España necesita un Gobierno serio, solvente y capaz» que «ponga la casa en orden» y fin a «años de enfrentamiento y división», así como al «meteorito» de un Ejecutivo que «ha arruinado el presente» e «hipotecado el futuro».
No sólo eso, según Aznar. Los socialistas con Zapatero al frente «han burlado la Constitución», han gastado dinero «sin freno» en «ocurrencias» y han creado cinco millones de parados. El expresidente habló de lucha antiterrorista, y, según sus palabras pidió que «no se suplique a ETA algún gesto, declaración o documento que se pueda llevar al próximo mitin y justifique la colección de cesiones que se le están regalando».