En los tres primeros meses del año se ha producido un descenso en el número de ingresos hospitalarios por infartos de miocardio y enfermedades respiratorias agudas, sobre todo crisis asmáticas, que, según asegura el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), están «directamente relacionadas» con la entrada en vigor de la ley antitabaco, el pasado 2 de enero.
Así lo aseguró el vicepresidente y portavoz de esta entidad, Rodrigo Córdoba, destacando que estos indicadores de salud son la mejor muestra de lo «urgente y necesaria» que era esta norma, ya que, como añaden, a lo largo del año evitará unos mil fallecimientos, muchos de ellos en el sector de la hostelería.
«Donde mejor se observan estos indicadores de salud es en los hospitales, donde hay una disminución evidente que, sin embargo, todavía no está cuantificada», recordó Córdoba, quien confía en que a mediados o finales de año pueda haber ya datos más definitivos.
Sus previsiones, no obstante, estiman que este descenso sea de al menos un 10% con respecto al año anterior, en el caso de los infartos de miocardio. Según las previsiones de la CNPT, a lo largo del año dejarán de fumar unas 400.000 personas.
Aunque todavía no tienen datos concretos de la tasa de abandono tabáquico, aseguran que con la nueva ley ha aumentado un 30 por ciento con respecto a años anteriores, pese a que «en los primeros meses de todos los años ya hay mucha gente que lo intenta como nuevo propósito de año».
2030, fin de la epidemia
Con estas previsiones, desde la CNPT están convencidos de que el tabaquismo en España irá disminuyendo progresivamente hasta dejar de ser una epidemia, algo que se conseguirá en 2030.
Actualmente, un 27%o de la población mayor de 16 años en España es fumadora, «a los que hay que añadir los fumadores ocasionales». Sin embargo, Córdoba aseguró que en 2030 la tasa de fumadores estará por debajo del 15% y, por tanto, «la epidemia se dará por finalizada».