La economía española seguirá anclada este año en territorio negativo y crecerá en 2011 sólo un 0,7%, casi la mitad del 1,3% que pronostica el Gobierno, dijo ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esas tasas anémicas de crecimiento no lograrán reducir de forma significativa el desempleo, que seguirá siendo el más alto de la zona euro en el 2011, cuando alcanzará el 19,3%, frente al 19,9% previsto para este año, dijo ayer el FMI.
El organismo, que divulgó ayer su informe semestral «Perspectivas Económicas Globales» pronostica, por lo demás, que la inflación será del 1,5% este año y del 1,1% en 2011, y que el déficit por cuenta corriente equivalga al 5,2% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010 y al 4,8% en 2011. El Fondo espera que la economía española se contraiga en 2010 un 0,3 %, una décima menos de lo previsto en julio.
Ese cuadro macroeconómico sitúa a España en el furgón de cola de la zona euro, junto con países como Irlanda, Grecia y Portugal. Todos comparten, recordó ayer el FMI, problemas fiscales y de competitividad que los hará ir a la zaga en una recuperación europea que se caracteriza por su falta de empuje y su tono desigual.
Diferencias
Eso hará que dentro del mismo saco de la zona euro convivan este año tasas de crecimiento del 3,3 por ciento en Alemania con contracciones del 4% en Grecia. Aun así, y pese a las «profundas diferencias en las perspectivas económicas de la región», ninguno de los socios europeos registrará tasas de crecimiento estratosféricas.
Así, y pese a ser el alumno aventajado de Europa, Alemania perderá fuerza el año que viene debido a la debilidad de sus socios comerciales y Francia, la otra gran economía europea, sufrirá las consecuencias de un consumo débil, un desempleo elevado y la retirada de las medidas de estímulo.