El Juzgado de Familia número 7 de Sevilla ha otorgado a una pareja divorciada la custodia compartida de los dos hijos de 12 y 10 años de edad, acordando además que los progenitores se turnen en el uso del domicilio familiar por cursos escolares, de manera que, en esa alternancia, la mujer permanecerá en la vivienda hasta el final del curso 2010/2011, iniciándose entonces el periodo de uso por parte de su ex pareja.
En la sentencia, el juez Francisco Serrano determina en este caso concreto un modelo de custodia compartida, el cual «conlleva que no se aprecie la existencia de un interés familiar más necesitado de protección que justifique el privilegio de la atribución exclusiva del uso y disfrute del domicilio familiar».