Al PP no le ha gustado que Esperanza Aguirre no acudiese el martes al Comité Ejecutivo Nacional. La secretaria general y número dos de la formación política, María Dolores de Cospedal, calificó de «error tremendo» que la presidenta de la Comunidad de Madrid no fuese a la reunión. Según explicó, su asistencia hubiera sido más «coherente» y «respetuosa» con los que sí fueron. Para De Cospedal, la situación que atraviesa España no merece que algunos miembros del PP estén inmersos en los «líos internos». «Todo el mundo esperaba verla allí», dijo.
La popular aseguró además que el comportamiento del ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, ha sido más grave que el del vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ya que es peor «suplantar funciones que no le corresponden a uno cuando ya no tiene un cargo público», aunque las declaraciones de Cobo fueron «inaceptables». «La ciudadanía está percibiendo una lucha por el poder entre» Aguirre y Ruiz-Gallardón, dijo, y añadió que esa percepción es «mala» para el PP, que no puede permitirse «dar ese espectáculo».
De Cospedal afirmó que a muchos de los intervinientes en el Comité les «extrañó» la ausencia de Aguirre, y lo consideraron una «falta de respeto» al conjunto del partido. «Cuando se convoca un Comité Ejecutivo porque son conocidos los problemas que se han producido en los que participan de manera importante varias personas, lo lógico es estar presente y hablar de todo lo que se tenga que hablar dentro de los órganos del partido», defendió.
«Desde mi punto de vista fue un error tremendo y hubiera sido más coherente y respetuoso que todo el mundo hubiera estado presente en el Comité Ejecutivo», subrayó, y apuntó que el martes asistieron casi todos los barones del partido, excepto dos presidentes autonómicos que se excusaron, «uno por razones de salud y otro por razones de fuerza mayor». «Todo el mundo esperaba verla allí, hubiera sido bueno para ella pero cada uno toma sus decisiones y responde de sus actuaciones», dijo.
La secretaria general del PP aseguró asimismo que el comportamiento de Costa es más grave que el de Cobo, ya que, de acuerdo con los estatutos de su formación, es más grave «suplantar las funciones que no le corresponden a uno cuando ya no tiene un cargo público».