El cabo español Cristo Ancor Cabello Santana, de 25 años, murió ayer en la localidad afgana de Siah Washan, cerca de Herat, al estallar una mina anti-tanque de gran potencia al paso del vehículo en el que viajaba, en un atentado en el que resultaron heridos leves otros cinco militares.
Con esta muerte se eleva a 88 el número de miembros del contingente español que han perdido la vida desde el inicio del despliegue de la misión en Afganistán, en enero de 2002.
El ataque ocurrió a las 9.30 (hora peninsular española) y, después, Cabello y los otros cinco heridos fueron evacuados al hospital, en la base de Herat, donde el cabo murió mientras era intervenido quirúrgicamente.
Los cinco heridos leves están bien y «pronto estarán en casa» porque evolucionan muy favorablemente.
El vehículo en que viajaban los soldados españoles formaba parte de una patrulla militar integrada por nueve BMR, un VAMTAC y un camión de recuperación de vehículos, de la fuerza operativa Fuerteventura, del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9.
El cabo fallecido, que ingresó en el Ejército de Tierra en 2003 y que fue condecorado con la Medalla de las Naciones Unidas por su participación en la misión del Líbano, era natural de Las Palmas de Gran Canaria, donde hoy o mañana se celebrará su funeral.
Antes de partir, Chacón transmitió el apoyo y afecto de las Fuerzas Armadas y toda la sociedad a la familia del cabo y «hacia quienes trabajan a diario por la seguridad de todos», por proteger a todos y, en particular, «por aquellos que lo hacen en una misión tan compleja, difícil y arriesgada como es la de Afganistán».
Tras este nuevo ataque, se sucedieron ayer las muestras de condolencia.