El lehendakari Patxi López manifestó ayer que en el País Vasco aún queda por hacer «mucha pedagogía democrática», «en una sociedad que reclama y necesita más democracia y más valores democráticos», y arremetió contra los que «siguen sin admitir la igualdad política» y «niegan legitimidad para gobernar a aquellos partidos que no son nacionalistas». Además, instó a su equipo a trabajar para definir un nuevo modelo de crecimiento económico, un nuevo modelo fiscal y tributario que sea justo y progresivo y un nuevo modelo industrial.
En el discurso de clausura del congreso del PSE, que se celebró el pasado fin de semana en el Palacio Euskalduna de Bilbao y en el que Patxi López fue reelegido secretario general del partido, el lehendakari criticó a aquéllos que dicen que el actual Gobierno vasco pretende «diluir Euskadi o desnaturalizar el país» y a los que «siguen ofreciendo a una buena parte de la sociedad vasca, cuando nos dicen que no quieren ver en Euskadi a españoles con acento vasco».
«El partido del acuerdo»
Además, puso de manifiesto a sus compañeros de partido que el cambio político ya iniciado «necesita verse reforzado con el empuje, la acción, la iniciativa y el discurso del Partido Socialista de Euskadi». «No podemos permitirnos el lujo de ser un partido blando y sumiso, que confunda la defensa del Gobierno con limitarse a ser un simple eco acrítico de lo que dice el Gobierno», avisó. «Este partido tiene que ser algo más. Tiene que seguir siendo el partido que marque el camino para avanzar en las libertades, la conveniencia democrática y las políticas sociales», continuó, «el partido que defiende la legalidad democrática y el autogobierno. El partido del diálogo y del acuerdo. El partido que se sitúa al frente de la Euskadi real y lidera políticas para ofrecer soluciones a los problemas de la gente».
De este modo, animó a sus compañeros de partido a liderar el debate y sentar las bases «no de un nuevo modelo de crecimiento económico, sino de un nuevo modelo de país solidario y sostenible».
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, dijo ayer que al presidente del PP, Mariano Rajoy, no le importa la crisis que afecta a los españoles, «la única crisis que le preocupa de verdad es la de su partido», y «sólo le preocupan sus ciudadanos Camps, Bácernas y 'El Bigotes'». Durante su intervención en la clausura del VI Congreso del PSE-EE, Blanco defendió las medidas económicas adoptadas por el Gobierno para afrontar la crisis, como la subida «moderada» de impuestos. «No nos podíamos permitir una fractura social por no haber sido valientes», aseguró antes de calificar de hipocresía la actitud de la oposición de pedir recortes de gastos a la vez que reclama mayores inversiones. En este sentido, invitó Rajoy a que diga «qué gasto recortaría, qué desempleo dejaría de pagar y qué trenes de alta velocidad dejaría de construir».