El Estado cuadruplicó su déficit en los ocho primeros meses del año, hasta alcanzar los 60.340 millones de euros, el 5'73% del PIB, y un 314% más que el déficit del mismo periodo de 2008 (14.574 millones), según informó hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Este déficit es consecuencia de unos ingresos de 60.416 millones (el 28'1% menos) y de unos gastos de 120.756 millones (el 22'5% más).
En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, el Estado alcanzó hasta agosto un déficit de 62.452 millones, frente al déficit de 15.037 millones del mismo periodo de 2008. Ocaña afirmó que estos datos son coherentes con las previsiones del Gobierno y añadió que frente a la sensación de caída libre de los últimos meses, ahora se observa más moderación en esa caída, lo que invita a pensar «que nos acercamos al fondo de la crisis y de la recesión».
En su opinión, el actual déficit es insostenible a medio y largo plazo, por lo que señaló la importancia de definir la estrategia de salida de la crisis para situarse en el 3% que exige la UE, y añadió que en octubre se producen ingresos importantes y que será el momento de hacer la «foto final» sobre el déficit público de este año. Por otra parte, los ingresos no financieros, que aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas antes de descontar la participación de las administraciones territoriales, ascendieron a 100.561 millones de euros, un 18'2% menos que hasta agosto de 2008.
Ocaña subrayó que la recaudación impositiva descendió un 21'4%, aunque incidió en que si no se hubiesen tomado medidas contra la crisis la caída hubiera sido del 14'8%.