El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, destacó ayer que la «improvisación» y la «mala política de comunicación» que se achaca desde el PP a José Luis Rodríguez Zapatero es en realidad una muestra de «responsabilidad» y de «compromiso con un proyecto político».
Blanco aprovechó la vigésima edición de la Fiesta de la Rosa del PSC, que reunió a unas 25.000 personas en la Pineda de Gava, para salir en defensa de la gestión del presidente del Gobierno ante la crisis económica.
«Zapatero toma decisiones valientes, pero lo más importante es que siempre dice la verdad a los ciudadanos», resaltó Blanco, que recordó que el presidente del Gobierno avanzó que negociaría con ETA y así lo hizo, mientras que José María Aznar también contactó con la banda terrorista y lo «ocultó» a los españoles. «Zapatero ahora les dice de nuevo la verdad a los ciudadanos: que hay que subir impuestos para garantizar las pensiones de las viudas que cobran menos, las becas y que la alta velocidad siga a toda velocidad en Catalunya y en toda España», argumentó.
Aplaudir
En la misma línea del discurso del sábado de Zapatero ante el Comité Federal del PSOE, el ministro afirmó: «No nos han elegido para aplaudir a los poderosos ni para decir, como Rajoy, que hay que replantearse el gasto social en nuestro país, sino para garantizar la protección a quienes más la necesitan». Blanco, muy crítico con el PP, afirmó que si fuera por los populares, de la crisis se saldría dejando «mucha gente en el camino», algo que no consentirán los socialistas, garantizó.
Mientras intervenían Blanco y el primer secretario del PSC, José Montilla, una decena de miembros de la Plataforma de afectados por los despidos de la empresa automovilística Nissan, desde una valla próxima al escenario del acto, trataron de boicotear el mitin con gritos como «Zapatero, embustero».
Los trabajadores, vigilados de cerca por algunos agentes de los Mossos d'Esquadra, gritaron consignas también críticas con Montilla, aunque los asistentes al acto respondieron a ello con aplausos de apoyo a ambos dirigentes socialistas. Antes del acto político, un grupo de trabajadores de Roca, Nissan y La Seda protestaron por los Expedientes de Regulación de Empleo planteados por sus compañías, y pidieron conversar durante unos minutos con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien les garantizó que es consciente de su situación y trabaja para buscar soluciones.