Las obras de habilitación de la nueva estación de cercanías de Sol han acabado, y como era de esperar, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, asistieron a la inauguración de la estación, poniendo así fin a casi seis años de confrontación entre el Gobierno central y el regional. Zapatero aseguró ayer que la estación de cercanías de Sol es «la joya de la corona de las cercanías en España», una infraestructura que, entre otras cosas, contribuirá a que Madrid pueda lograr los Juegos Olímpicos de 2016 debido a que conecta la periferia de la región con la capital.
De esta forma se refiere el presidente del Gobierno a la nueva estación de cercanías. Según explicó Zapatero en su discurso de inauguración, «con infraestructuras como la estación de Sol estamos haciendo fuertes a Madrid y a España justo en un momento en que necesitamos de grandes palancas de progreso y de grandes plataformas de inversión pública».
Foco de discusión
El líder del Ejecutivo central acudió a la inauguración acompañado por el ministro de Fomento, José Blanco; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.
La estación, que ha tardado seis años en ver la luz, ha sido un foco de discusiones constantes entre el Gobierno regional y el central, pues la Comunidad de Madrid siempre ha arremetido contra el Ejecutivo central por el retraso de las obras. No obstante, con este acto, marcado por la cordialidad, se cierra este clima de polémica discrepancia entre ambos Gobiernos.