Iniciativa Internacionalista, la lista que apoyaba la ilegalizada Batasuna, ha logrado el 15'89% de los sufragios en el País Vasco pero se ha quedado sin escaño.
Arnaldo Otegi decía ayer que iban contar y les iban a contar los votos: han sacado 115.281 votos en Euskadi; la última que vez que la izquierda abertzale se presentó a unas elecciones europeas fue en 1999, en plena tregua de ETA; consiguió en el País vasco 225.796 votos y un escaño. Hoy han bajado cien mil votos respecto a entonces.
La 'número dos' de la lista de Iniciativa Internacionalista a las elecciones europeas, Doris Benegas, afirmó ayer en Pamplona que su candidatura ya ha «ganado» en estos comicios por el mero hecho de haberse presentado a ellos, y destacó que esto es un «triunfo» que llevará «siempre en el corazón».
«Llegar hasta aquí y hacer la campaña ya es una victoria, como también lo es que la sociedad vasca haya podido votar de una forma normalizada después de muchos años», señaló en Pamplona, donde Iniciativa Internacionalista siguió el desarrollo de los resultados electorales para País Vasco y Navarra.
En este lugar se encontraba siguiendo también la noche electoral el portavoz de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, quien había pedido hace semanas el voto para Iniciativa Internacionalista.
Doris Benegas valoró que, a la espera de conocer los resultados definitivos, «toda la gente de Iniciativa Internacionalista ha participado en esta campaña con mucha ilusión y trabajo», y lamentó que muchos de sus apoderados e interventores hayan «sufrido dificultades a lo largo de la jornada electoral», como el «ocultamiento» de papeletas de su candidatura.
Los colegios electorales vascos cerraron las urnas tras una jornada de votación que se desarrolló con normalidad, salvo algunos incidentes aislados protagonizados por simpatizantes de la izquierda abertzale.
Los hechos más destacados fueron la quema de tres contenedores situados en las proximidades de un colegio electoral de la localidad vizcaína de Basauri, mientras que otro colegio electoral del municipio guipuzcoano de Zumarraga sufrió la obstrucción de sus puertas de entrada, aunque poco después se pudieron abrir y constituir las mesas.