La Audiencia Nacional condenó ayer a tres años de prisión al general Vicente Navarro por falsear «conscientemente» la identificación de 30 de los 62 cadáveres de los militares españoles fallecidos en el accidente del Yak-42 el 26 de mayo de 2003, elaborando una lista de forma aleatoria. La sentencia también condena a 18 meses de cárcel al comandante José Ramírez y al capitán Miguel Sáez por complicidad con Navarro en el delito de falsedad documental.
Además de a los tres años de cárcel, la Audiencia ha condenado a Navarro al pago de una indemnización de 10.000 euros por cada uno de los treinta militares erróneamente identificados como responsable civil, responsabilidad que de no poder cumplir deberá ser asumida por los otros dos acusados y sino por el Ministerio de Defensa.
El tribunal, presidido por el magistrado Javier Gómez Bermúdez, considera probado que 30 de los 62 cadáveres «presentaban tal estado» que no eran identificables de forma visual y Navarro sin realizar «análisis complementario» y «a pesar de ser consciente de que era imposible identificar con tales datos todos los cuerpos» elaboró una lista que «aparentaba que todos ellos habían sido identificados cuando lo cierto es que las identidades habían sido asignadas de forma aleatoria en treinta casos». Así, según la sentencia, Navarro -que se ha convertido en el primer general de las Fuerzas Armadas condenado por la Audiencia Nacional- «era consciente» de que no tenía identificados 30 cuerpos y, no obstante, «decidió falsear la verdad con lesión del bien jurídico protegido».