El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó ayer que España está volviendo a tiempos pasados con muchos extranjeros que están ya cobrando el seguro de desempleo y españoles que piden trabajar fuera de España. Rajoy atacó al Gobierno durante la reunión de la primera junta directiva del PP tras el verano por entender que no hace nada y mira para otro lado. En su opinión, el Ejecutivo tiene una descoordinación a veces obscena, dividido en los tema fundamentales, con ausencia de proyecto y en situación de debilidad parlamentaria.
«Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y ya volvemos a tiempos pasados, hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa», exclamó Rajoy después de criticar duramente al Ejecutivo, al que pidió que gobierne y tome decisiones. «No basta con las declaraciones, que no están mal, del ministro de Trabajo, en los temas de inmigración, lo que hay que hacer es actuar y gobernar», afirmó Rajoy, quien insistió en que el elevado número de extranjeros cobrando el seguro de desempleo, y los 20.000 españoles que ya solicitan trabajar fuera de España sitúa a este país «como hace muchos, muchos años».
En este contexto, Rajoy calificó la intervención del presidente del Gobierno en el Congreso el pasado miércoles de «fiasco», por no haber presentado ninguna propuesta nueva, algo que calificó de «inaceptable» y se preguntó «para qué está» el Gobierno si no adopta medidas frente a la crisis.
Rajoy considera que frente a la situación actual de crisis «se pueden tomar decisiones» y puso como ejemplo la actuación del PP en 1996, cuando llegó al Gobierno y la tasa de desempleo o los tipos de interés eran mucho mayores.
Para el presidente de los 'populares', la intervención del presidente sólo sirvió para generar «desconfianza» en los ciudadanos hacia el Gobierno.
Además, acuso al Ejecutivo de querer pactar el presupuesto con Ibarretxe a cambio de competencias, por lo que advirtió que los presupuestos son «una magnífica oportunidad» para «controlar el gasto público» y preparar al país a salir de la crisis y «dar confianza a los españoles», no para «cambiar cromos» «o a cambio de transferencias a unos y otros».
En opinión del dirigente 'popular', el Gobierno de Zapatero se caracteriza por tres cuestiones: su situación de «debilidad parlamentaria»; la «ausencia de proyecto político» y la «descoordinación a veces obscena», así como la división del Ejecutivo en los asuntos fundamentales.
Sobre esta última cuestión, aseguró que en el Gobierno «nadie coordina nada». «La vicepresidenta no coordina, sino que desautoriza y abronca públicamente a los ministros del Gobierno», exclamó, y puso como ejemplo las correcciones que ha realizado María Teresa Fernández de la Vega al ministro de Trabajo, después apoyado por el de Industria, o al de Justicia.