El PNV y el PSE-EE estarían, de celebrarse ahora las elecciones al Parlamento vasco, en un «empate técnico virtual a escaños» y la actual coalición tripartita de gobierno (PNV, EA y EB) «tendría casi imposible la posibilidad de formar gobierno e Ibarretxe muy difícil la obtención de la lehendakaritza».
Según este estudio, el PNV volvería sin embargo a ser el ganador electoral en unas hipotéticas elecciones autonómicas con un 34% de los votos válidos (algo menos de 400.000 sufragios y entre 24 y 27 escaños, frente a los 468.117 votos y 29 escaños que logró en 2005 la coalición PNV-EA).
El PSE-EE mejoraría notablemente sus resultados con un 32% de los votos (350.000 papeletas y entre 25 y 28 escaños, frente a los 18 de esta legislatura) y «estaría en condiciones de volver a disputarle al PNV la primera posición, como en 1986».
Estas perspectivas electorales parten de la hipótesis de que el PNV y EA concurrirán por separado, que el partido que lidera Rosa Díez, UPyD, se presentará por primera vez y que la izquierda abertzale no podrá presentarse y volverá a promover la abstención.
En lo que al PNV se refiere, éste mantendría la primera posición en Vizcaya con entre diez y once escaños, mientras que en Guipúzcoa, con entre ocho y nueve escaños, el PSE-EE le podría disputar la primera posición, y en Àlava lograría entre 6 ó 7 escaños.
El PSE-EE, que obtendría un «resultado histórico» y «podría erigirse en vencedor parlamentario», conseguiría sus mejores resultados en Alava, alcanzando por primera vez la primera posición con un 35% de los votos válidos y 9 ó 10 escaños.
El PP «retrocedería ligeramente» con alrededor de un 16% del voto válido (180.000 votos), aunque mantendría en todas las provincias la tercera posición y obtendría entre 13 y 15 parlamentarios, la misma cifra que en 2005.
Con estos resultados, la representación conjunta de PSE y PP alcanzaría, «por primera vez, la mayoría absoluta en el Parlamento vasco», según esta encuesta, que indica que «la alternancia es muy probable» con «posibilidades claras para el PSE-EE de formar gobierno con Patxi López como Lehendakari». De hecho, la mayoría del electorado, un 51%, demanda un cambio de lehendakari, aunque Ibarretxe sigue contando con más apoyo explícito (41%) que López (18%).