Una bomba, compuesta por cinco kilos de explosivo y colocada presumiblemente por ETA en una Casa del Pueblo de la localidad vizcaína de Balmaseda, provocó el lunes por la noche daños en la sede socialista y en una docena de viviendas próximas, sin causar víctimas. El artefacto estalló a las 21:08 horas en la parte trasera de la Casa del Pueblo situada en la calle Estación de Balmaseda, localidad situada a 30 kilómetros de Bilbao en la que el PSE-EE tiene otra sede social. 50 minutos antes, a las 20:15 horas, un comunicante, en nombre de ETA, anunció al servicio de emergencias SOS-Deiak que una bomba estallaría en la parte trasera «del bar del PSOE» de Balmaseda, según informó el departamento vasco de Interior.
Debido a que los socialistas cuentan con dos locales en este municipio, agentes de la Ertzaintza desalojaron los dos establecimientos y acordonaron las zonas en torno a ambos, como medida preventiva.
El artefacto hizo explosión en la sede de la calle Estación sobre las 21:08 horas, hora en la que el Rey pronunciaba en televisión su discurso navideño y apelaba a la unidad de las fuerzas políticas contra el terrorismo.
La bomba estaba compuesta por unos cinco kilos de explosivo, de tipo aún por determinar, y era similar a la que detonó el pasado día 16 en el Juzgado de Paz de Sestao y que destrozó los accesos a las dependencias judiciales y provocó también daños en viviendas y comercios cercanos, informó a Efe una portavoz del departamento vasco de Interior. El artefacto también estaba dotado de un temporizador preparado para activar la bomba a la hora en que lo hizo.
La zona de la explosión permaneció toda la noche acordonada por la Ertzaintza, cuyos agentes recogieron evidencias para esclarecer las circunstancias del atentado, así como la cantidad y composición de la bomba.
Aunque la fachada de esta sede socialista no resultó dañada por la explosión, la zona trasera sufrió importantes desperfectos, llegándose a hundir un techo de hormigón.
En los edificios aledaños, la bomba causó la rotura de cristales, desencajó los marcos de las ventanas e, incluso, provocó la aparición de algunas grietas en las paredes. El interior de las viviendas resultó también afectado con roturas de cristales, mobiliario y objetos y con la caída de falsos techos de escayola, entre otros daños.
Unas doce o catorce familias vieron sus domicilios afectados por la explosión, según comunicó el alcalde de Balmaseda, Joseba Zorrilla (PNV). El alcalde reunió ayer por la mañana a la junta de portavoces municipal, que emitió un comunicado de condena, convocó una concentración para por la tarde a las 19:00 horas y mantuvo un encuentro con los vecinos afectados para estudiar la situación.
Zorrilla explicó que los servicios técnicos municipales están inspeccionando las viviendas afectadas para hacer una valoración de daños.