El ex alcalde de Marbella Julián Muñoz admitió ayer que firmó convenios urbanísticos «hasta en el capó de los coches», durante un nuevo juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga en el que el fiscal le pide veinte meses de prisión por un delito contra la ordenación del territorio.
Muñoz, que ha comparecido ayer ante el juez junto a otros seis ex concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL) por conceder en 1998 una licencia de obra para la construcción de una vivienda en suelo no urbanizable, ha reconocido que firmó convenios urbanísticos «hasta en el capó de los coches», pero siempre después de haberse asegurado de que eran «correctos».
Durante la primera sesión del juicio, el que fuera alcalde de la localidad malagueña afirmó desconocer la existencia de dicha parcela y de la sociedad Artola Inversiones e insistió en que, si en la comisiones de Gobierno se concedían las licencias de obras, era porque había unos informes favorables que las avalaban.
Según Muñoz, en aquellas comisiones, celebradas en febrero y julio de 1998, «no se votaba» sino que los ediles se limitaban a aprobar las licencias en base a unos informes técnicos. Además, ha negado que recibiera indicación alguna para que no mostrara su oposición a la concesión de dichos permisos, así como que hubiera participado en las negociaciones de los distintos convenios urbanísticos firmados durante aquella época. «Por muchas instrucciones que me diera el señor alcalde -Jesús Gil- yo no iba a votar favorable si el informe técnico era negativo», ha recalcado.