EFE-DAKAR/SALAMANCA
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, advirtió ayer a los empresarios españoles que «no hay peor efecto llamada» para la inmigración irregular que «la contratación ilegal» y subrayó la importancia de fomentar el empleo en origen. Caldera hizo esta advertencia durante el I Encuentro Hispano-Senegalés, que pretende fomentar las inversiones españolas en ese país e impulsar la contratación en origen de los trabajadores para cubrir la demanda y frenar la inmigración ilegal.
El ministro explicó que en España residen 40.000 senegaleses, cuya situación es «completamente legal» y que tienen un perfil laboral «extraordinariamente alto y valorado».
Caldera aseguró que, para el Gobierno español, el control de fronteras es «indispensable» para luchar contra la inmigración ilegal y «proteger la dignidad» de las personas que caen en las redes de las mafias clandestinas pero, al mismo tiempo, subrayó, «hay que favorecer los flujos migratorios legales con ofertas de empleo y formación».
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, defendió ayer que «desde los valores de la izquierda» y «sólo desde los valores progresistas, podemos abordar el fenómeno migratorio con coherencia». De la Vega, que clausuró en Salamanca el encuentro organizado por la Fundación Sistema centrado en «La inmigración y sus causas», acusó a «la derecha» de tener en este debate «como elemento nuclear la apelación al miedo». Un miedo, agregó, que se transmite a través de «mensajes simplistas, en los que se propone un país fortaleza» que supone «una visión medieval» frente a la «mirada cosmopolita y abierta de la izquierda, que permite tomar conciencia de la multiplicidad de interdependencias que configuran nuestra realidad social».