EFE-BARCELONA
Los candidatos de CiU y PSC a la Generalitat, Artur Mas y José Montilla, han marcado distancias de la denominada «sociovergencia» como posible alianza tras el 1-N, y han pugnado más que nunca en su objetivo de formar un futuro Gobierno catalán en solitario, fuerte y sin coaliciones estables.
El primero en sugerirlo ha sido el convergente Artur Mas, que ha abogado por constituir un Gobierno monocolor de CiU «sin hipotecas ni muletas», que sostenga su acción legislativa con apoyos puntuales en el Parlament, como hizo en el pasado la propia federación o como practica hoy el Gobierno del PSOE en el Congreso. «Hay que dejar de pensar en este tipo de grandes coaliciones, que son poco naturales» y que, no obstante, Mas sí que ha contemplado sólo en caso de que el resultado electoral sea «ajustado».
Pero Mas afirma que CiU tiene a su alcance una victoria suficientemente amplia como para pensar en formar gobierno en solitario, evitando gobernar en coalición con PSC o ERC.«La fórmula que implica un gobierno más fuerte en este momento en Catalunya es CiU, punto y final. Después, en el Parlament, llegaremos a acuerdos con uno u otro. Pero si no es un gobierno sólo de CiU, tendremos tantas hipotecas, tantos equilibrios, tantas historias dentro, que acabará apareciendo como un gobierno débil», ha dicho el candidato de CiU.
Por su parte, el aspirante socialista, José Montilla, se ha mostrado «convencido» de que «todos hemos aprendido» del tripartito y ha advertido a ERC e ICV de que no gobernará «a cualquier precio», al tiempo que ha dicho que no aspira a convertir de nuevo a Carod-Rovira en «conseller en cap».