EUROPA PRESS-BILBAO
La presidenta del PP vasco, María San Gil, lamentó ayer que los Gobiernos central y vasco mantengan «una pugna» por «agradar más a ETA-Batasuna», en lugar de por aplicar la ley «con contundencia», y aseguró que la actual «política de cesión» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «sólo es rentable para ETA-Batasuna» y no lo es para «la libertad y la democracia».
En una rueda de prensa que ofreció en Bilbao, junto a los dirigentes populares Carmelo Barrio y Leopoldo Barreda, criticó la «frenética» actividad que ha mantenido durante el último mes Batasuna, «esos que están ilegalizados y se supone que no pueden tener actividad política ni social y no pueden desarrollar ninguna actividad como partido».
En este sentido, denunció que las distintas manifestaciones y concentraciones que se han desarrollado este verano, así como los «homenajes a etarras», «la decena de ataques terroristas», el comunicado «amenazante» de ETA y el aumento «claro de la presión, sobre todo, a los cargos y dirigentes del PP».
Según señaló, «lo lógico en un estado democrático que funcionara con sensatez» es que hubiera una especie de pugna» entre los Gobiernos central y vasco para «ver quién aplicaba la ley con más contundencia, quién garantizaba de forma más clara los derechos de libertad, quién anteponía los derechos de las víctimas a los de los terroristas».
Sin embargo, la dirigente del PP vasco denunció que, por el contrario, «lo que existe es una pugna» entre ambos ejecutivos y los dirigentes socialistas y nacionalistas para «ver quién agrada y quién complace más y mejor a ETA-Batasuna, quién consigue dar más satisfacción a sus exigencias». En este sentido, expresó su «perplejidad» por las declaraciones sobre los presos de ETA realizadas este verano por el presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, y los dirigentes socialistas Miguel Buen y Odón Elorza.