El presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, ha mostrado de forma contundente su desacuerdo con la propuesta de financiación para Catalunya presentada por el Gobierno. «Quiero dejar claro que en los términos planteados resultaría inaceptable», afirmó un Maragall que en todo caso se mostró confiado en que el texto final recogerá «una mejora sustancial» respecto de la propuesta inicial del Ejecutivo central. Y, según el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, más vale que así sea, ya que sí la oferta formulada por el ministro de Economía, Pedro Solbes, es definitiva el acuerdo será «imposible».
En una entrevista publicada en el diario 'La Vanguardia', Maragall quiso hacer un llamamiento a la calma y pidió que no se olvide «que estamos en plena negociación» y el planteamiento del Gobierno es «una posición de salida». Una posición que en todo caso no dudó en calificar de «muy alejada de las aspiraciones recogidas en el Estatut». «Quiero dejar muy claro que en los términos planteados resultaría inaceptable».
El presidente catalán señaló que «España ha de cambiar o de lo contrario se producirá un peligrosísimo fenómeno de desafección en Catalunya y en las otras nacionalidades que la integran». Además advirtió que «si España no cambia, Catalunya no será lo que puede ser. Y a la inversa. Para que España se mueva, Catalunya tiene que implicarse».Sobre la propuesta financiera del Gobierno de Zapatero también se ha pronunciado CiU. En una entrevista publicada por el diario 'Avui' su secretario general afirmó que dicha proposición «es muy negativa y está muy alejada de la nuestra». Duran i Lleida mostró sus dudas sobre si se tratad de «un primer papel de negociación» o de una propuesta «que marca definitivamente las pautas», y expresó su confianza en que se trate de lo primero, ya que de ser una postura definitiva «es imposible el acuerdo».
CiU ha considerado «insultante» que Solbes considere «generosa» su propuesta de financiación para el Estatut, pero ha insistido en apostar por el diálogo y el pacto con el Gobierno.
El líder de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, consideró «una bofetada» la contrapropuesta del Gobierno al modelo de financiación del proyecto de Estatut, pero constató la «voluntad de negociación y de solucionar problemas». «Tenemos la sensación, dicha sin ningunas ganas de ofender -dijo-, de que el Gobierno ha dado una bofetada a nuestra propuesta y a nuestras pretensiones».