Si el sábado se conocía que PNV y PSE se habían reunido «de forma discreta y al mas alto nivel» para abordar el proceso de pacificación en Euskadi, ayer ya sabemos que la semana pasada (el jueves día 21 por la noche) el líder de los nacionalistas Josu Jon Imaz y el portavoz de esta formación, Iñigo Urkullu, mantuvieron un encuentro en Madrid con altos dirigentes socialistas. En la reunión se encontraban el secretario general y el presidente del PSE-EE, Patxi López y Jesús Eguiguren, el portavoz socialista en el Congreso Alfredo Pérez Rubalcaba y el secretario general de organización del PSOE, José Blanco. En este encuentro ambas formaciones acordaron mantener nuevos contactos después del verano y los socialistas reiteraron su negativa a sentarse en una mesa con Batasuna.
Según informó el secretario general de los socialistas vizcaínos y portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, esta reunión se enmarca dentro de «la ronda de contactos que, a nivel general, se van a mantener» con las diferentes formaciones para hablar de pacificación y normalización. Aunque, según indicó, los dirigentes nacionalistas también quisieron tratar algunos temas de «gobernabilidad diaria», pero los socialistas se negaron.
Para Pastor lo más destacado de este encuentro fue que «restableció el diálogo entre partidos» ya que la situación que vive el País Vasco hace muy necesarias las conversaciones fluidas entre las distintas formaciones que les hagan avanzar en el camino hacia la paz y la normalización. Y en este sentido señaló que, aunque no concretaron la fecha exacta ambas formaciones se emplazaron a mantener nuevos contactos después del verano, casi seguro en setiembre.
En dicha reunión Imaz y Urkullu expresaron a los dirigentes socialistas su preocupación respecto de la posición que el PSOE está adoptando sobre la mesa de partidos que pretende impulsar el PNV. Pero los socialistas se mostraron inflexibles y reiteraron su intención de no participar en este foro si Batasuna está presente y no condena la violencia.