El Congreso de los Diputados autorizó ayer al Gobierno a convocar el referéndum para ratificar la Constitución europea, algo que hará en el Consejo de Ministros de este viernes, con una virtual unanimidad, ya que sólo hubo una abstención que se debió a un error. En la petición de ese respaldo, Zapatero defendió la Constitución Europea porque «una Europa fuerte y unida es lo mejor para una España unida y fuerte». El jefe del Ejecutivo se comprometió a que el resultado de la consulta sea vinculante, aunque no tenga en realidad efectos jurídicos.
El Gobierno aprobará este viernes el decreto de convocatoria para el próximo 20 de febrero. Como ya es sabido, la pregunta que se formulará a los ciudadanos será «¿Aprueba usted el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa?», y se planteará en las lenguas cooficiales del Estado. Como en las elecciones generales o locales, habrá una campaña electoral entre los días 4 y 18 de febrero.
Y en ella tanto el PSOE como el PP pedirán el 'sí'. No había dudas, pero el debate de ayer sirvió para reafirmar estas posiciones. El presidente del Gobierno pidió el voto a favor porque la aprobación del Tratado contribuye a «una Unión más democrática, más solidaria, más eficaz y con una mayor proyección exterior». Además, recordó que «el rechazo de la Constitución en alguno de los estados miembros podría generar una situación de crisis, con el consiguiente riesgo de parálisis del proyecto de construcción europea».
Zapatero centró su intervención inicial en desgranar los beneficios que ha logrado España de su pertenecen a la UE, que resumió en una sola frase: «una modernización a paso de gigante». Entre las ventajas de la Constitución, citó «la cohesión económica, social y territorial, constitucionaliza el modelo social europeo y permite profundizarlo, orientarlo al pleno empleo y al progreso». «Ahora se hace necesario aprobar el Tratado Constitucional. Es el marco en el que se van a desarrollar las políticas que tantos beneficios han venido reportando», dijo.