El Gobierno transmitió ayer al príncipe Felipe y a su prometida, Letizia Ortiz, sus mejores deseos de felicidad con motivo del enlace real. La vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, hizo pública ayer tras la reunión del Consejo de Ministros una declaración institucional en la que se expresa la alegría que supone para los ciudadanos este evento. Fernández de la Vega se refirió además al coste de la boda, que no precisó pero recalcó que será «rentable para todo el país», y a la declinación a la invitación de George W. Bush para asistir a la boda, argumentando que el presidente de EE UU no vendrá a Madrid «por motivos de agenda». Como estaba previsto, el Ejecutivo ha concedido a Letizia Ortiz la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.
El Ejecutivo calificó de «acontecimiento histórico» la boda del Heredero y recordó las muestras «reiteradas» de alegría que han expresado los ciudadanos por el «feliz acontecimiento», señalando la «simpatía y cercanía» que sienten por la pareja. «El Gobierno desea igualmente transmitirles su lealtad, su respeto y su afecto», dijo la vicepresidenta.
El Gobierno subrayó «el carácter y el significado institucional de este solemne acontecimiento para la Jefatura del Estado». «La Corona, como establece nuestra Constitución, encarna la continuidad del Estado, es símbolo de su unidad y permanencia, asume su más alta representación y arbitra y modera el funcionamiento regular de sus instituciones», apuntan los miembros del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.