El secretario general del PP, Mariano Rajoy, felicitó ayer al nuevo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero también le advirtió que la oposición de su partido será «especialmente constructiva y vigilante». Los partidos que otorgaron su voto a Rodríguez Zapatero, especialmente ERC e IU-ICV, advirtieron al jefe del Ejecutivo que este respaldo estará «cargado de exigencias». CiU, que se abstuvo en la votación, aseguró que esto no impedirá que busque puntos de encuentro con el nuevo Gobierno.
Rajoy, que compareció ante los medios al finalizar la sesión de investidura, deseó mucha suerte a Rodríguez Zapatero y le felicitó por su investidura. Pero también le advirtió que hará una oposición «dura, exigente, leal y constructiva», pensando en los casi diez millones de votantes de su partido, a los que, dijo, se debe.
Más duro fue el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, quien, nada más concluir el debate, aseguró que las intervenciones de Rodríguez Zapatero dejaron «mucho que desear», porque no incluyó concreciones. «Hubo algunas declaraciones de buena voluntad, pero a un presidente del Gobierno se le exige algo más: un programa, ideas, que concrete qué va a hacer, con quién, por no tener mayoría», aseguró.
Zaplana insistió en que se desconocen los acuerdos que tiene el PSOE con los partidos que han apoyado la investidura de Rodríguez Zapatero. «Cualquier persona con sentido común sabe que si le votan es porque ha hablado con ellos, y conociendo a algunos grupos yo me jugaría una uña, no mucho más, porque me extrañaría muchísimo que se lo hubieran dado gratis», dijo. Por eso, el portavoz popular auguró «dificultades» al Gobierno socialista.