El Indice de Precios de Consumo (IPC) subió el 0,2% en diciembre, lo que situó la inflación del 2003 en el 2,6%, la tasa más baja desde 1998 y 1,4 puntos inferior a la alcanzada un año antes, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
El IPC del 2003 supera en seis décimas el objetivo oficial del 2%, desviación que supondrá que más de 2,5 millones de trabajadores recibirán los atrasos correspondientes al activarse las cláusulas de revisión salarial pactadas en convenio para compensar la pérdida de poder adquisitivo.
La inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos- aumentó en diciembre el 0,1% y en todo el ejercicio el 2,5%.
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, consideró buenos estos datos ya que prueban que España ha superado las tensiones inflacionistas del 2002 y reducen el diferencial de precios con la zona euro hasta cerca de medio punto, sin dejar de mantener un mayor crecimiento.
En el 2003 los grupos más inflacionistas fueron la enseñanza, que subió el 4,3%, seguido de alimentos - huevos y patatas fueron los que más se encarecieron con una subida del 20%- y bebidas no alcohólicas y hoteles, cafés y restaurantes (4,1%); otros bienes y servicios (3,1 por ciento); bebidas alcohólicas y tabaco y vivienda (2,8 por ciento); vestido y calzado (2,5 por ciento); medicina (dos por ciento); menaje (1,7 por ciento); transporte (uno por ciento), y ocio y cultura (0,1 por ciento). El único grupo cuyos precios bajaron fue el de las comunicaciones, el 0,2%. El año pasado los alimentos frescos subieron el 6,4%, mientras que los carburantes y combustibles descendieron el 0,6% y los productos energéticos el 0,1%.
En diciembre se encarecieron ocio y cultura (uno por ciento); alimentos y bebidas no alcohólicas (0,4 por ciento); hoteles, cafés y restaurantes (0,3 por ciento), así como bebidas alcohólicas y tabaco, menaje, enseñanza y otros bienes y servicios (0,1 por ciento).
A la vista de estos datos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, auguró que en primavera la inflación estará más cerca del 2 que del 2,5%. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, coincidió con Montoro en que la inflación continuará en los próximos meses esta tendencia de desaceleración y subrayó la incidencia que ha tenido la apreciación del euro en la moderación de los precios, al contrarrestar el impacto alcista del petróleo.
Desde la oposición, el PSOE opinó que la subida del IPC el año pasado «evidencia una vez más la ausencia de una política de control de la inflación», reseñó que la mejoría respecto al cierre del 2002 no es atribuible a méritos del Ejecutivo y recordó la pérdida de poder adquisitivo de muchos colectivos por la desviación de los precios respecto al objetivo oficial del dos por ciento.
Asimismo, el responsable de economía de IU, Felipe Alcaraz, denunció que los más perjudicados por la subida de los precios en 2003 fueron los pobres, dado que los bienes y servicios que más se encarecieron fueron los alimentos y la enseñanza.
CC OO valoró la moderación de la inflación respecto al año anterior, pero insistió en la necesidad de incluir cláusulas de garantía en los convenios para evitar a los trabajadores pérdidas de poder adquisitivo. UGT, que también defendió estas herramientas de salvaguarda, denunció que el pasado fue el quinto año consecutivo de descontrol de precios y aseguró que esta tendencia «no es puntual, como nos quiere hacer ver el Gobierno». La CEOE consideró «satisfactorio y esperanzador para el año que ahora empieza» el IPC del 2003.