El último cara a cara con Zapatero fue muy duro. El líder socialista le recordó que hace nueve años prometió que su Gobierno no influiría en la Justicia, que dignificaría el Parlamento e incluso que impulsaría la imparcialidad de la televisión pública. Sin embargo, se marcha tras aprobar en solitario la reforma del Código Penal, con un fiscal general «entregado a la defensa del Gobierno» y vulnerando la Constitución.
«¿No le parece un pobre balance para eso que hablaba usted de la regeneración democrática?», le preguntó el líder socialista. Aznar respondió asegurando que la reforma del Código Penal supone un fortalecimiento de la ley y de las instituciones, lo que, al mismo tiempo, supone fortalecer «la calidad democrática».
«Respete la Constitución, señor Aznar», fue lo primero que le dijo Zapatero a Aznar en su réplica. Acto seguido le recordó que el Gobierno del PP ha sido «tan legítimo como el que hoy hay en Catalunya». Le reconoció sus méritos en la primera legislatura, pero le reprochó que, con la mayoría absoluta, se sintió «a sus anchas». A juicio de Zapatero, Aznar ya no puede ser solución a los problemas internacionales, territoriales y de los ciudadanos porque «su proyecto está tan agotado como su mandato».Aznar elevó el tono de crispación y aseguró que lo único que ha hecho Zapatero ha sido «pactar por un trocito de poder» cuando alguien ha propuesto un referéndum ilegal, en este caso en Catalunya. Dijo ver con «asombro» los «acuerdos increíbles» que ha firmado el PSC para gobernar en esta comunidad y le reprochó al líder de la oposición que haya «abdicado de su responsabilidad» que haya hecho que su partido «deje de ser nacional» con lo que se ha convertido en un dirigente «insolvente».