Los líderes de los tres partidos firmantes del acuerdo para el nuevo Gobierno catalán, Pasqual Maragall (PSC), Josep Lluís Carod-Rovira (ERC) y Joan Saura (ICV-EA), firmaron ayer solemnemente el acuerdo y defendieron en sus discursos la legimitidad de la alianza de izquierdas y, a la vez, su voluntad de colaboración con la nueva oposición, y se comprometieron a trabajar por una nueva Catalunya.
Pascual Maragall, próximo presidente de la Generalitat, empezó su discurso afirmando que «han tenido que pasar 25 años para que Catalunya reconociese que no era una sola» y constató que la ciudadanía «ha dicho de forma clara, clarísima, que quería una Catalunya efectivamente reconciliada, que sea un coro, y no un solista». Llegó a decir que «han hecho falta cien años para que esto fuera posible con tranquilidad».
Maragall concluyó que «por primera vez, los partidos más populares de Catalunya, los de la izquierda, empiezan un periodo de gobernación tranquilo, y que será fecundo, porque las izquierdas se han curtido».
«En estos años hemos sabido lo que era la prisión y el exilio, aunque unos más que otros», además destacó los sacrificios y esfuerzos de ERC, del PSUC y de la Asamblea de Catalunya, y citó a Raimon Obiols y Joan Reventós. «Hoy estamos todos», constató, y dijo asumir la «responsabilidad inmensa» que afrontan.
«Hoy, el espejo de la verdad de la gobernación de Catalunya tiene tres trozos que juntar», dijo Maragall en alusión a los tres partidos de izquierda, y añadió que se compromete a garantizar que «la unidad de los tres trozos del espejo de Catalunya serán suficientes para que el espejo resplandezca».