Un informe escrito por el responsable del grupo de los GEO que protege en Bagdad al personal de la embajada, critica duramente la falta de medios personales y materiales para realizar su labor. El informe fue enviado a sus superiores en junio, antes de las muertes del capitán de navío Martín-Oar y del sargento José Antonio Bernal. En este documento se denunciaba la falta de vehículos blindados, la falta de documentación necesaria para trabajar y la inexistencia de medios materiales, como armas largas y chalecos antibalas.
Se quejaban de vivir aislados, por su propia cuenta y riesgo, teniendo que acudir a pie a su trabajo en una ciudad en la que cada día había más de 50 heridos de bala. También de vivir divididos en dos grupos operativos, separados entre sí por una distancia de 800 metros, y sin forma de comunicarse. Denunciaban además los largos turnos estáticos y de acompañamiento a los que se veían sometidos. En definitiva, la falta de personal. Preguntada al respecto, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, aseguró no tener constancia de la existencia de este informe. Palacio dijo que desde la reanudación del pleno funcionamiento de la embajada española en mayo pasado, dio instrucciones «muy claras» para que hubiera un sistema de información actualizado con el fin de «reevaluar» permanentemente la seguridad.
«Eso hemos hecho», recalcó la ministra, antes de agregar que ha habido varios informes -«todos han sido atendidos y apreciados»-, e insistió en que «seguimos reevaluando y buscando tener la mejor seguridad posible en cada momento». A preguntas sobre el riesgo de que la presencia de las tropas españolas en Irak se vuelva poco sostenible ante la opinión pública, dada la inseguridad en Irak, la ministra respondió que saldrán del país cuando su presencia «ya no sea necesaria». Recordó que España respondió al llamamiento de las resoluciones de la ONU a los países para que colaboren en la seguridad y estabilidad de Irak.