AGENCIAS-MADRID.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, trasladará a Siria la
petición que le realizó ayer el presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, para que no acoja «elementos indeseables» del
régimen de Sadam Husein.
Esta petición fue realizada por el mandatario norteamericano durante una conversación telefónica que duró unos 40 minutos, en la que Bush apeló a las tradicionales buenas relaciones españolas con los países árabes, para pedir a Aznar medie en esta situación. El jefe del Ejecutivo español tiene intención de trasladar estas preocupaciones al presidente sirio, Bashar al Asad.
La administración norteamericana ha acusado a Siria de tener armas químicas y de estar albergando a los antiguos responsables del Gobierno iraquí en su territorio. Por estos motivos, el secretario de Estado, Colin Powell, anunciaba la posibilidad de aplicar sanciones.
La interpretación que realiza el Gobierno español de estas palabras es que se trata de una «advertencia», por entender que si Siria almacenara armas químicas se convertiría en un asunto muy grave. No obstante, España no tiene conocimiento de pruebas de que ese esté desarrollando armas de destrucción masiva y tampoco considera que se vaya a producir un ataque militar contra Siria.
Pese a que el ministro de Exteriores británico Jack Straw ha asegurado que Siria «no figura» en la lista de eventuales objetivos de ataques estadounidenses después de Irak, sí señaló que «hay cuestiones» a las que este país «debe responder». El ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, afirmó que Londres quiere «en estos momentos, mantener el diálogo» con Siria.