El ex presidente del Gobierno Felipe González aprovechó ayer su intervención en el acto de proclamación de Zapatero como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, para respaldar sin matices la estrategia puesta en marcha por el líder socialista desde su llegada a la Secretaría General en julio de 2000.
González animó a Zapatero a seguir adelante con su estilo «templado» y «dialogante» y le aconsejó que sea fiel a sí mismo y no se «traicione», porque, según dijo, eso es lo que «quiere» y «necesita» la sociedad española. González pasó página y, al contrario de lo que hizo hace unos meses censuró algunas de las actitudes del líder socialista, mostró todo su apoyo a su candidato. Felipe González admitió que al principio el modelo de «oposición útil» practicado por la nueva dirección del PSOE llegó a impacientarle, pero subrayó que ahora no le queda «más remedio» que animar a Rodríguez Zapatero a que no cambie.
«No tengo más remedio que decirle a José Luis que siga con ese estilo, que sea idéntico a sí mismo, que no se traicione, porque así es como nos vale, y así es como le necesita la sociedad española, que está harta de políticos ásperos, excluyentes y cainitas», enfatizó.
Por ello, le dio su beneplácito para que no abandone su «estilo templado» y para que siga haciendo del diálogo su bandera. «Sólo quien tiene convicciones profundas no necesita pegar muchos gritos», dijo. González reconoció también que le sorprendió la batería de pactos que Zapatero ha ofrecido al Gobierno, así como que Aznar los haya aceptado.
Por otra parte, el secretario general del PP, Javier Arenas, afirmó ayer que González y el candidato del PSOE a la Presidencia de Gobierno están «unidos por el pasado», y advirtió al principal partido de la oposición que «la sociedad española tiene memoria» y que pasará factura en las urnas. Arenas lamentó que hubiera «algún insulto y descalificación» hacia los populares, algo en lo que «no incurrirá el PP».